El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró ayer no tener prisa por llevar a cabo su primera crisis de gobierno y que la próxima semana anunciara los cambios, si bien se espera que nuevos partidos entren en el gabinete para ampliar así su base de apoyo en el Congreso.
"El cambio de ministros no se puede tratar como un asunto menor, es algo muy importante. Tenemos partidos importantes que quieren participar en el Gobierno, que quieren hacer parte de la base del Gobierno, entonces tenemos que hablar. No tengo prisa", dijo Lula en una entrevista para varias radios de la Amazonia.
Algunos de estas nuevas fuerzas que podrían unirse al Gobierno son Progresistas, o Republicanos, en un intento por contentar así al Centrão, esa bancada informal dentro del Congreso en la que se mueven varios partidos, que si bien de derechas, carecen de líneas programáticas claras, y ofrecen su apoyo tanto a gobiernos de izquierda como conservadores, a cambio de cargos.
Definiciones
"Es cierto que voy a hacer cambios en ministerios, pero es verdad que todavía no he decidido dónde, qué ministerio voy a entregar o qué estado va a salir beneficiado. Ahora voy a Pará y cuando vuelva, la semana que viene, ya definiré que voy a hacer en el Gobierno", ha adelantado el presidente brasileño.
En un intento por movilizar al electorado de centro derecha durante las pasadas elecciones, Lula hizo extrañas alianzas con algunas fuerzas de este espectro, tradicionalmente hostiles a los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), como Unión Brasil, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el Partido Laborista Brasileño (PTB), o el Partido Social Democrático (PSD), a cambio de ministerios.
Por otra parte, el presidente de Brasil, afirmó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) "se equivocará" en todas sus afirmaciones sobre las perspectivas económicas y de crecimiento de Brasil para el año en curso.
Al desestimar así los pronósticos del FMI, el mandatario sostuvo que su país tiene todas las condiciones para crecer por encima del 2% que se vaticina para los próximos ejercicios fiscales, un ritmo promedio similar al que ha venido desarrollando en las últimas décadas.
De acuerdo al presidente brasileño, "la gente se va a sorprender con Brasil. El FMI va a equivocarse en todas las afirmaciones sobre el PIB (Producto Interno Bruto), no van a tener razón, porque Brasil va a crecer de manera sólida, confiable. Y más importante que solo crecer, es que vamos a tener un crecimiento distributivo".
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Crecimiento
En los últimos meses, el FMI ha ajustado al alza su estimación de crecimiento de la economía brasileña y la proyección más reciente indica un aumento del 2,1por ciento en 2023.
El FMI fue sorprendido este año especialmente por el desempeño del país en el primer trimestre, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño creció 1,9 por ciento, impulsado por el desempeño de los agronegocios.
Incluso con el ajuste, las proyecciones del Ministerio de Hacienda siguen siendo más optimistas que las del FMI. La carpeta pronostica que la economía del país avanzará 2,5 por ciento este año.
“Estuve en Hiroshima y allí conocí a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. Y yo le dije: Brasil te va a sorprender, es mejor no citar números de Brasil, porque te vas a sorprender, y Brasil va a crecer más que la proyección del FMI”, completó Lula.
Un mensaje que repitió en su cuenta oficial de Twitter, donde añadió: "Vamos a cosechar mucho en nuestro país porque estamos sembrando muchas cosas buenas. Brasil volverá a crecer y la vida mejorará".
En su más reciente informe sobre perspectivas económicas, el FMI estimó que en 2023 Brasil crecerá al 2,1 por ciento, mientras que en 2024 la nación suramericana tendría una desaceleración y registraría un alza del PIB del 1,2 por ciento.
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