Crece la tensión entre China y Filipinas por paso en mar Meridional

AFP

FILIPINAS acusó a la Guardia Costera china de disparar con cañones de agua contra sus embarcaciones en el disputado mar de China Meridional, entre ellos un vetusto buque de la Segunda Guerra Mundial.

El vetusto navío, llamado Sierra Madre ‒al igual que la cadena montañosa de Filipinas‒ es el antiguo buque de desembarco estadounidense USS LST-821, que entró en servicio en 1944.

La embarcación sirvió para suministrar el frente del Pacífico antes de los bombardeos atómicos contra Japón en 1945, durante la Segunda Guerra Mundial.

Dado de baja en 1946 y rebautizado USS Harnett County, fue reactivado, posteriormente durante la guerra de Vietnam como base flotante para helicópteros de combate, según el Instituto Naval de Estados Unidos.

Al año siguiente, fue cedido a la marina filipina y rebautizado Dumagat, antes de tomar el nombre de Sierra Madre.

Decisiones

El ejército filipino encalló deliberadamente al Sierra Madre en el atolón Second Thomas, también llamado Ayungin, a finales de la década de 1990. El objetivo era frenar el avance de China en unas aguas muy disputadas. El buque está resguardado por un pequeño grupo de soldados filipinos, que viven en la misma embarcación.

La táctica filipina de establecer su presencia en el banco de arena se dio en respuesta a la ocupación por China, unos años antes, del cercano arrecife Mischief, también reclamado por Manila.

Pekín ha transformado el arrecife y otros más de la zona en islas militarizadas. El objetivo es hacer valer sus pretensiones en las aguas.

El banco de arena Second Thomas, en las islas Spratly, está situado a unos 200 km al oeste de la isla filipina de Palawan y a más de 1.000 km de la isla china de Hainan.

¿Qué ocurre en esa zona?

China reivindica la casi totalidad del mar de China Meridional, que incluye el atolón Second Thomas, y ha desplegado cientos de navíos en la zona para patrullar sus aguas.



Al hacerlo, Pekín ignora una sentencia de un tribunal internacional de 2016 que dictaminó que su afirmación carece de base jurídica.

Filipinas afirma que los guardacostas y los navíos de la marina china perturban regularmente la navegación de sus buques, así como las operaciones de reabastecimiento a la pequeña guarnición filipina en Second Thomas.

Los guardacostas filipinos temen que China busque ocupar el atolón. Los soldados del buque filipino dependen de estas operaciones de reabastecimiento.

El mar de China Meridional es considerado como un polvorín y muchos temen que un error de cálculo o un accidente pueda desencadenar un conflicto militar.

Filipinas está mal equipada militarmente, pero está vinculada a Estados Unidos, un aliado de larga data, en virtud de un pacto de defensa mutuo sellado hace décadas.

Estados Unidos no tiene ninguna reivindicación territorial sobre estas aguas, pero, para disgusto de Pekín, persiste en realizar sus propios patrullajes, invocando la libertad de navegación.

La zona es clave en términos económicos. En ella se realizan cada año intercambios comerciales de billones de dólares.

Por otra parte, Filipinas convocó al embajador chino en Manila para exigir explicaciones sobre una acción "ilegal" y "peligrosa" de la flota china.

"Nuestro ministro de Relaciones Exteriores convocó al embajador Huang (Xilian) hoy y le entregó una nota verbal con fotos y vídeos de lo que ocurrió y esperamos su respuesta", informó en una rueda de prensa el presidente filipino, Ferdinand Marcos.

Fue una acción "ilegal" y "peligrosa", afirmó la Guardia Costera filipina en un comunicado. Por su lado, China indicó que tomó las "medidas necesarias" contra barcos filipinos que entraron "ilegalmente" en aguas territoriales que reivindica como propias. Pekín añadió que la "operación" fue "profesional y comedida". Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que los guardacostas chinos impidieron "legalmente" el paso a dos barcos filipinos.

China reivindica su soberanía sobre la casi totalidad del mar de China Meridional, ignorando un mandato de 2016 de la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya, que considera sin fundamento ese reclamo histórico. Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam también reivindican áreas de ese estratégico espacio marítimo del Pacífico, rica en recursos naturales y crucial para el comercio mundial.