EXPERTOS CONSULTADOS COINCIDEN EN QUE ES UNA SITUACIÓN ATÍPICA
¿Por qué la baja ejecución presupuestal del Gobierno?

EL CONGRESO y distintos sectores de la economía y la producción han manifestado al Gobierno su preocupación por la baja ejecución del Presupuesto General de la Nación para este año en los diferentes ministerios. El ministro de Hacienda dio explicaciones en un debate de control en el Senado sobre lo que está ocurriendo. EL NUEVO SIGLO consultó expertos, quienes coinciden en que esta situación afecta de manera severa el desarrollo y la economía del país.

El pasado martes, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda, fue a la Comisión Tercera del Senado a un debate de control político que impulsó el legislador y presidente del Directorio Nacional Conservador (DNC), Efraín Cepeda, debido a la preocupación por lo que está sucediendo con la ejecución del Presupuesto este año.

Bonilla dijo que “cuando hablamos de ejecución hay dos tipos: presupuestal y de caja. La primera es cuando el presupuesto se compromete, se establece la asignación y esta llega a un tipo de modalidades por obra. Y la de caja es cuando las obras se adelantan y donde hay que señalar claramente que no puedo pagar por obras que no se han hecho (...). Yo no pago al momento del contrato, porque eso es pagar por obras no recibidas: pagamos inversión contra obra recibida, los elefantes blancos son un problema del pasado y no es el objetivo de este gobierno”.

Aseguró el ministro que “en términos de la ejecución global con deuda está comprometido el 58%. Está comprometido en pagar el 48% y se ha pagado el 47% del presupuesto general antes de la adición, porque esto último fue aprobado en junio y fue trasladado en julio. En definitiva, la ejecución presupuestal de la inversión a final de julio es de 60%”.

Según cifras que solicitó la Comisión Tercera del Senado al Gobierno para este debate de control político, hay unos pocos sectores que tienen una ejecución importante, como es salud y protección social con el 61,7%, y educación con el 58%.

Sin embargo, el promedio de ejecución a julio en la mayoría de sectores es por debajo del 40%. Por ejemplo, comercio, industria y turismo es del 32,8%; justicia 32,2%; empleo público 25,8% y planeación 12%.

Incluso sectores que son clave para este Gobierno porque hacen parte de sus banderas, como agricultura y ambiente, la ejecución es apenas es del 19,9% y 21,6%, en su orden.

Por su parte, el senador Cepeda dijo en este debate que hay “carteras que no llegaban ni siquiera al 10%. Son unos ‘guarismos’ señor ministro (Bonilla) “absolutamente vergonzosos” con los colombianos. Las carteras que no ejecuten vergüenza debería darle con los colombianos”.

Al tiempo advirtió que “ministro que no ejecute, ministro que le reducimos apropiación presupuestal en 2024. En otras palabras, si usted no es capaz de ejecutar haremos traslados presupuestales. Tener la plata guardada en un banco es un atentado contra el crecimiento económico y la generación de empleo”. Puso de relieve que “he estudiado 31 presupuestos de la nación y nunca había visto una ejecución tan crítica”.

Agregó, el Senador conservador que “en promedio la ejecución presupuestal es de 37,47%, una cifra baja cuando ya ha pasado gran parte de la vigencia de 2023. Una baja ejecución presupuestal de recursos públicos es una problemática que acarrea una serie de consecuencias perjudiciales para la sociedad y la administración en el país en general”.



Las consecuencias

El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo a este Diario que “en la historia suele suceder que en el primer año hay una menor capacidad de ejecución porque es un escenario nuevo para muchos actores”. Pero consideró, “aquí lo que pasa es que desafortunadamente se acumula el hecho de que hay unas transiciones demasiado frecuentes, unas rotaciones muy altas, que hacen que las curvas de aprendizaje se pierdan, entonces se agrava aún más".

Y en segundo lugar mencionó que “también en el ejercicio de política pública que estamos viendo hay mucho más de discurso que de acción. Es decir, se necesita más capacidad de gestión y de gerencia, y no existe una torre de control que funcione adecuadamente para hacerle un seguimiento a esto. «No hay un seguimiento de los resultados en materia de ejecución». Esto no se puede dejar al vaivén de cada uno de los actores en cada una de las unidades o ministerios, porque esto no funciona de esa manera. Se necesita un espacio de gerencia, de seguimiento permanente semanalmente para que le hagan gestión a esto. Sumado a las rotaciones y a que es el primer año de gobierno, hace que este sea el peor resultado en 22 años”.

De la misma manera, mencionó que esa situación tiene varias implicaciones: “La primera es que no se entiende entonces para qué se hace el recaudo y para qué se hizo la reforma tributaria. Porque por el otro lado, el sector privado sí está haciendo los pagos, las personas naturales están haciendo los pagos, luego se está recaudando más de lo que se ha debido recaudar para el nivel de gasto que se está teniendo”.

Continúo… Una segunda consecuencia, para el economista, es que “esto tiene un efecto en la dinámica de crecimiento del país. En un año de desaceleración económica en donde el consumo está mal porque la cartera está en dificultades, las exportaciones están mal porque llevan 7 meses en caída y la inversión privada está cayendo, la única fuente de crecimiento de la economía es el gasto público. Si no se realiza ese gasto, lo que se está es condenando al país a tener un menor crecimiento del que eventualmente pudiese tener si se hubiera realizado esa ejecución”.

Indicó que esta situación puede llevar a que, en el presupuesto del 2024, les reduzcan los recursos a varios ministerios. “El Legislativo es autónomo en esa dirección, es el que decide la distribución. El Ejecutivo propone, pero el Legislativo decide. Entonces el Legislativo sí puede decir en un momento determinado «esta cartera no hizo nada, entonces para qué le damos más»”.

Mientras que Jorge Ospina Sardi, exministro de Desarrollo Económico y exjefe del Departamento Nacional de Planeación, dijo a este Periódico que: “Un gobierno que entra, naturalmente mientras sus ministros y altos ejecutivos, mientras el gobierno se organiza con sus planes, hay inicialmente una baja ejecución, pero en el caso de este gobierno se ha prolongado más de la cuenta, en parte porque ha habido muchos cambios de ministros. En general, ha habido unos nombramientos que no son muy administrativos en altos cargos, entonces todo eso ha incidido”.

Añadió: “Creo que en algo tiene que ver con el estilo del presidente, recordemos que en la alcaldía (de Bogotá) también pasó algo similar, hubo una baja ejecución de proyectos. «Mucha palabra y pocas obras»”.

Consideró el exministro que la baja ejecución presupuestal tiene "«consecuencias políticas al Gobierno». A la gente le importa que las obras y los proyectos se ejecuten, y en este caso no está sucediendo”.

No obstante, señaló que de forma colateral la baja ejecución del presupuesto por parte del Gobierno "ha ayudado a equilibrar las finanzas que quedaron muy descuadradas de la época de la pandemia", en cuanto a la reducción del déficit fiscal, “pero en términos generales, uno esperaría que el Gobierno ejecutará los proyectos que prometió"

Finalmente, también señaló que "el problema es que se vayan acumulando unos recursos presupuestados, pero no ejecutados. Eso contribuye a un desorden de toda la planeación del gasto público”.

"Mala gestión"

Mientras que el exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo Salazar, dijo a este Medio que "esto lo que muestra es mala gestión del Gobierno, el presupuesto a estas alturas del año debería estar ejecutado en una proporción mucho mayor. Creo que la alta ideología con que están manejando muchos temas, no les está permitiendo tener una buena gestión. Entonces son más los discursos que la ejecución".

Añadió que "una ejecución deficiente del presupuesto es mala de por sí, aunque no determina el crecimiento sí lo puede acelerar o desacelerar. Naturalmente si no se ejecuta el presupuesto, si hay estos porcentajes tan pobres que han salido a la luz pública, pues va a ser un factor de lastre al crecimiento económico. No es que vaya a acabar el crecimiento económico, pero mirado desde ese punto de vista podría ser mejor el crecimiento si hubiera mejor ejecución”.