EL ASESINATO del candidato presidencial Fernando Villavicencio de 59 años de edad, a 10 días de la primera vuelta de las elecciones de jefe de Estado en Ecuador, abrió un debate en torno a si esa cita en las urnas debe mantenerse o aplazarse.
Inicialmente, el mandatario del país suramericano, Guillermo Lasso, el miércoles en la noche, dijo que los comicios se mantenían, tras haber decretado un estado de excepción, debido a la grave situación de orden público por el crimen de Villavicencio, un reconocido periodista y asambleísta que era absolutamente crítico a la clase política aliada a las mafias, y que, además, había prometido que, en su eventual gobierno, tendría mano dura contra el crimen organizado.
Si bien el resto de los candidatos presidenciales de Ecuador lamentaron el crimen y advirtieron sobre la grave situación en la que se encontraba el país, ninguno planteó la posibilidad de que se aplazarán las elecciones.
Respecto a lo anterior, este Medio tuvo la oportunidad de conversar con tres internacionalistas colombianos expertos en el tema y también con el exembajador del país en Quito, con el fin de conocer un poco sobre el panorama que se vive en el vecino país, tras el homicidio de Villavicencio. Además, si prosigue la intención de votos para las elecciones del 20 de agosto, y sobre si es apropiado o no cambiar la fecha del proceso electoral, luego del duro golpe criminal.
El exembajador Manuel Enríquez Rosero indicó que de seguro los comicios se realizarán la fecha pautada inicialmente, sobre todo porque el presidente Lasso decidió que el proceso debía continuar su curso, pese a la situación de orden público en ese territorio, la cual se ha visto agravada por los últimos acontecimientos.
A pesar de la determinación del jefe de Estado, consideró que “no están dadas las condiciones para que las elecciones se lleven a cabo, pues Ecuador atraviesa una situación muy difícil, principalmente por el asesinato del candidato que pudo haber sido elegido como presidente” en los comicios venideros.
Asimismo, el exembajador aprovechó la oportunidad para atribuir parte de la crisis ecuatoriana a los problemas de gobernabilidad, acentuados con la llegada al poder de Guillermo Lasso en mayo de 2021.
“Lamentablemente no ha sido fácil desde el mismo momento que llegó Guillermo Lasso a la presidencia. Tuvo una oposición cerrada en la Asamblea, al punto que ninguna de sus propuestas pudo tramitarse… Eso ha hecho que el programa de gobierno no se haya podido concretar. Esto se agrava por la situación de seguridad que atraviesa el país, pues, al parecer, el narcotráfico ha penetrado en lugares donde antes no había noticias de ello”, manifestó.
Mientras que, Mauricio Jaramillo, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, resaltó que lo peor que puede pasar hoy en día en Ecuador es aplazar un proceso tan importante como son las elecciones.
“De todas maneras al Gobierno de Lasso le quedan tres meses y ya anunciaron un estado de emergencia. Seguramente, las medidas de corto plazo se van a tomar, pero aplazar las elecciones agravará el vacío de poder que existe. A ello, también se puede sumar la inconformidad de la gente”, dijo.
El también profesor de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, Matías Franchini, estimó que el tema de aplazar las elecciones en Ecuador es un tanto difícil de resolver, argumentando que el problema de gobernabilidad en la nación ha generado un escenario político bastante crítico.
“Ecuador está en un proceso de fragmentación e inestabilidad política desde la salida de Correa de la Presidencia. Antes de Correa hubo una difícil gobernabilidad, la cual se consolida durante su administración y se incrementa después de su salida. Esa inestabilidad se ha ido acelerando… El Gobierno de Lasso ha tenido problemas con la gobernabilidad desde el inicio. Fue elegido con un porcentaje bajo de votos… Además, en postpandemia se ha agravado la situación de seguridad, que ha sido un problema crítico en Ecuador. Entonces, el asesinato de un candidato presidencial agrega un nivel de incertidumbre sobre estabilidad del sistema político ecuatoriano hacia el futuro. Al margen de lo que termine pasando con las elecciones en Ecuador, lo cierto es que el país seguirá enfrentando un proceso de inestabilidad; en buena medida, porque ninguno de los candidatos parece tener alto nivel de apoyo popular”, enfatizó.
Sobre el mismo, Manuel González Vides, magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Salamanca y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, opinó que, si no se celebran las elecciones, se generará un problema de legitimidad en torno al presidente Lasso. “En ese punto generaría desconfianza hacia el sistema político, toda vez que las elecciones, como mecanismos para reemplazar liderazgos políticos, no se están dando”.
Del mismo modo, destacó que lo que sucede con Villavicencio pone en tela de juicio la integridad del proceso electoral, ya que se evidenciaría un desequilibrio en torno a la competencia electoral.
“No se trata de un desequilibrio que se dé del Gobierno hacia los candidatos, sino de una nueva modalidad que Ecuador no había experimentado y es que los actores criminales desequilibran el tablero político, ya sea para lograr que el tema de seguridad se posicione en la agenda o, como se ha dicho en varias ocasiones, que se favorezcan ciertos candidatos sobre otros”, destacó.
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Estado fallido
EL NUEVO SIGLO también consultó a los mismos expertos sobre la posibilidad de que Ecuador esté encaminado hacia un Estado fallido. Al respecto, el exembajador Rosero, aseguró que “por fortuna, las instituciones siguen operando a pesar de la oposición tan cerrada que existe. Pero esperemos que, con este nuevo debate electoral, se le ponga freno a la inseguridad y al narcotráfico, que es muy delicado”.
Por su parte, Jaramillo no cree que Ecuador esté avanzando hacia un Estado fallido. “Pero la seguridad se le escapó de las manos por incapacidad de la policía. La policía y Fuerzas militares no están acostumbradas a enfrentar a organizaciones delictivas de alto calibre como las que actualmente operan en ese país. Ecuador siempre fue un país pacífico y ahora tienen una tasa de homicidio cinco veces peor a la que tenían en 2007”.
El profesor Franchini cree que, por los momentos, es prematuro decir que sí. “Ecuador tiene una década de dificultades económicas, ha cambiado presidentes, ha tenido mucha efervescencia social, ha tenido un aumento en la seguridad, pero sus instituciones democráticas han seguido funcionando”.
En cambio, González Vides, de la Universidad Javeriana, puntualizó que “va en camino hacia allá, pero no ha llegado todavía”. También destacó que el país aún tiene oportunidad de reforzar su cuerpo de seguridad y buscar soluciones de tipo política al crimen organizado.
Seis colombianos capturados
El Gobierno de Ecuador confirmó la captura de seis colombianos presuntamente vinculados con el asesinado del candidato presidencial, Fernando Villavicencio.
"La Policía Nacional ya tiene las primeras capturas de los presuntos autores materiales de este execrable hecho y emplea toda su capacidad operativa e investigativa a fin de poder esclarecer el móvil de este crimen y los autores intelectuales. Por la información preliminar levantada, se confirmó que los aprehendidos pertenecen a grupos de delincuencia organizada”, informó el ministro de Interior ecuatoriano, Juan Zapata.
Fuentes policiales dijeron que las primeras dos detenciones se materializaron inmediatamente después del atentado. Las cuatro capturas restantes se produjeron entre la noche del 9 y la madrugada del 10 de agosto. Además, se supo que uno de los implicados habría muerto el mismo día del atentado, en medio de un fuego cruzado con el esquema de seguridad de Villavicencio.
“Los ejes policiales se desplegaron para realizar técnicas investigativas, esto permitió ubicar y allanar varios domicilios en el sector de Conocoto y sur de la ciudad, donde se detuvo a seis sujetos todos de nacionalidad extranjera”, destacó la policía, a través de un comunicado.
También se supo que fueron incautadas una subametralladora, cuatro pistolas y tres granadas de fragmentación que estarían en poder de los ahora sospechosos. Además de eso, encontraron dos cargadores de fusil, cuatro cajas de municiones, un carro y dos motocicletas reportadas como robadas, los cuales fueron utilizados para arribar y escapar de la escena del crimen.
El Gobierno tiene evidencias de que más personas participaron en el hecho en el que resultó muerto a balazos el candidato presidencial, por lo que solicitó apoyo al FBI. “He solicitado apoyo al FBI para la investigación del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio Valencia. La Agencia Federal de Investigación e Inteligencia de EE. UU., aceptó nuestra petición y en las próximas horas una delegación llegará al país”, dijo el mandatario.
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