El pistolero que asesinó al candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio el miércoles pasado y otros seis colombianos capturados por ese crimen tienen antecedentes por una "infinidad de delitos" en su país y en Ecuador, informó este domingo el comandante de la Policía, el general Fausto Salinas.
En rueda de prensa el comandante de la Policía sostuvo que "se establecieron las diferentes coordinaciones a través de la Interpol para de esa manera conocer los antecedentes policiales que tenían" y según los datos recibidos desde Colombia los sospechosos ya habían cometido una "infinidad de delitos".
Salinas resaltó que algunos de ellos fueron condenados o están vinculados en Colombia a casos de tráfico, fabricación y porte de armas, secuestro extorsivo, hurto y transporte de estupefacientes, entre otros. De su lado, en Ecuador algunos eran buscados por "receptación".
Los uniformados investigan quién está detrás del homicidio contra Villavicencio, un político de centro que murió víctima de disparos cuando acababa de salir de un mitin de campaña, el miércoles en Quito.
Después del crimen, dos sicarios se enfrentaron a tiros con sus guardaespaldas. El reporte policial indicó que un colombiano que le disparó, identificado como David Castillo López, fue abatido por nueve disparos.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que se continúa investigando quién ordenó asesinar a Villavicencio, un periodista y antiguo político que denunciaba temas de corrupción.
"El segundo paso es utilizar toda la información y las evidencias que tenemos para llegar exactamente a eso, a ver atrás de esto qué otros autores existen", dijo.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, culpó al crimen organizado, sin señalar específicamente a ninguna de las bandas que operan en el país.
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Villavicencio denunció antes de su muerte que José Adolfo "Fito" Macías, líder del temido grupo criminal "Los Choneros", lo había amenazado. El sábado el líder pandillero fue trasladado de la prisión que le alojaba a otra de máxima seguridad en Guayaquil (suoreste), aunque Zapata no asoció esa decisión con el magnicidio.
Oficialmente ninguna banda ha sido culpada: "Si nosotros no hemos puesto todavía el tema a qué GDO (Grupo de Delincuencia Organizada) pertenecen (los asesinos) es porque todavía seguimos con una línea investigativa", concluyó Zapata.
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