En medio de tensiones se instala cuarto ciclo de negociaciones en Venezuela

AFP

 

EL CUARTO ciclo de negociaciones de paz entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro e integrantes de la guerrilla del Eln inició ayer en Venezuela, en medio de fuertes tensiones por las denuncias de intentos de saboteo al proceso de diálogo.

Esta nueva fase arrancó luego de que el 3 de agosto entrará en vigor el cese el fuego bilateral por 180 días, el más prolongado que se haya pactado entre las partes, como uno de los mecanismos diseñados para lograr el fin del conflicto armado en Colombia.

El primer encuentro de esta cuarta etapa se realizó en Caracas, con la presencia de funcionarios pertenecientes al régimen venezolano, como la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien consideró que la adopción de las medidas humanitarias es un “objetivo inaplazable” entre el Gobierno colombiano y el Eln.

A través de un comunicado conjunto, las delegaciones hicieron hincapié en la necesidad de mejorar los sistemas de comunicación, a fin de reducir el número de enfrentamientos durante la vigencia del cese el fuego, uno de los acuerdos firmados en Cuba al término del tercer ciclo de conversaciones de paz en la isla caribeña.

También celebraron la ampliación del mandato de la Misión de Verificación de la ONU, ya que consideran que es una forma de “mejorar la situación humanitaria de las poblaciones y los territorios”. Los delegados destacaron que buscarán llegar a acuerdos que faciliten “la construcción democrática de la paz con la participación de la sociedad colombiana”.

Por el Eln, Pablo Beltrán aseguró que el proceso de paz que se desarrolla en Colombia cuenta con menos enemigos. “Aspiramos a cumplir y que lo que aquí se firme, se cumpla”, destacó desde la capital venezolana.

Otty Patiño, jefe de la delegación enviada por el Gobierno de Petro, aseguró que esta será la fase “de la gente y para escuchar las voces de las víctimas”. Puntualizó que los habitantes de Colombia esperan “hechos concretos”, tras los encuentros.

Negociaciones

Como ya es sabido, las negociaciones con la guerrilla del Eln se retomaron en noviembre de 2022, también en Venezuela, iniciando una primera etapa de conversaciones. Luego, en México, se inició el segundo ciclo de conversaciones de paz, para continuar en Cuba una tercera fase de este proceso.

Precisamente, Venezuela y Cuba, junto con Noruega, se convirtieron en países garantes del proceso. Más adelante, se sumaron otras naciones como México, Chile y Brasil. Mientras tanto, Alemania, Suiza, Suecia y España hacen parte de las naciones acompañantes.

Sobre las discusiones de paz, han surgido intensos debates sobre si el Gobierno debe continuar o no con el proceso, sobre todo después de que se denunciara hace seis días un plan fraguado por la guerrilla desde Venezuela para asesinar al fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa.

Según el ente investigador, tres fuentes habrían revelado que, desde un campamento del vecino país, cinco altos mandos de esta organización alzada en armas planificaron la forma de asesinar a Barbosa, para lo cual utilizarían francotiradores.

Pero, inmediatamente después de las acusaciones, la guerrilla desmintió la información, argumentando que estaban intentando sabotear la ‘paz total’.

Días después, igualmente, se dio a conocer la información sobre un presunto plan terrorista, en el que la víctima sería la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal.

Al respecto, José Félix Lafaurie, miembro del equipo negociador del gobierno en los diálogos de paz con la guerrilla del Eln, aseguró en una columna que las amenazas en contra de su esposa y otros funcionarios atentan contra la paz.

“(…) no resulta consecuente, en principio, que un grupo que negocia la paz, al mismo tiempo planee atentados orientados al exterminio de enemigos políticos y al amedrentamiento social”, aseveró.