Enfrentado

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El hacinamiento ha sido uno de los graves problemas del sistema carcelario en Colombia, aunque en el último gobierno se lograron dar pasos para reducirlo, pues se pasó de más del 50% a un poco menos del 20%. 

Sin embargo el problema aún es latente pues, para una muestra, en centros de detención transitoria en varias capitales hay sindicados e incluso condenados, como han llamado la atención la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo.

Empero ayer el ministro de Justicia,  Néstor Osuna, dijo que este Gobierno no quiere invertir un solo peso en nueva infraestructura porque se ha demostrado que la cárcel no  resocializa y hay que buscar otras formas de sanción.

“Este Gobierno no quiere gastar ni un solo peso en construcción de nuevas cárceles, no es prioritario. Queremos disminuir sí el hacinamiento penitencial y, para eso, tenemos que pensar alguna forma de disminuir el número de personas que hay en las cárceles”, señaló el Ministro.

“Si construir tantas cárceles no nos ha resuelto el problema de criminalidad y no nos ha permitido resocializar a las personas privadas de la libertad, si seguimos en la misma estrategia vamos a obtener el mismo resultado. Entonces hay que cambiar, hay que buscar otras formas de sanción, sanciones reparadoras, sanciones renovadoras, de eso se trata”, expresó Osuna.

EL NUEVO SIGLO consultó sobre el particular a Francisco Bernate Ochoa, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, quien dijo que “es por primera vez en mucho tiempo una posición muy sensata, es lo que corresponde, es una gran noticia que se deje de construir una infraestructura penitenciaria y que, por el contrario, se busquen alternativas a un modelo que es inhumano, que no ha generado ningún tipo de soluciones”.

A su turno el dirigente político conservador Enrique Gómez Martínez, director  del Partido Salvación Nacional, dijo consultado por este Diario que “toda utopía de este Gobierno se traduce en graves riesgos para los buenos ciudadanos de Colombia”. 

Agregó que está demostrado con la política de descongestión, como la del anterior Ministro (Wilson Ruiz), que “es un aumento de la criminalidad de alto impacto social”.

Añadió el dirigente político que para enfrentar el fenómeno de la criminalidad, “hay que construir cárceles, esa es la única salida, y nuevas cárceles, buenas cárceles que cumplan estándares tecnológicos, que sean más fáciles de operar, más seguras para los internos y sobre todo para la guardia”.

Dijo que muchas de las cárceles que hay en Colombia, como la que se quemó recientemente en Tuluá, son obsoletas.