LO DE JUNIOR ERA DE ESPERARSE
Seis fechas de la liga, tres técnicos descabezados y varios en capilla

Foto: Redes

“Los resultados mandan en el fútbol” es una vieja frase de cajón que en Colombia no pierde vigencia, o si no, que lo digan Alberto Suárez, Mario García y Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez.

El Torneo Finalización va apenas por su sexta fecha y a los tres descabezados se podrían sumar, cuando menos, un par más.

En capilla están Lucas González, no tanto por la exigencia del mayor accionista del América, sino por la afición que no le da espera y su trabajo requiere tiempo.

Otro que podría caer pronto es Hárold Rivera en el Unión Magdalena, cuyo regreso no ha sido el esperado y el equipo cada vez se hunde más en el descenso.

Pero no son los únicos que caminan al borde del precipicio, porque en el balompié colombiano los directivos no son amigos de los procesos y si lo son, los aficionados no los respaldan.

En la actualidad, en el único club que se puede hablar de proceso es Millonarios con Alberto Gamero. Los demás esperan, pero no tanto.

Justamente, Alberto Suárez en el Envigado, sobre el papel, tenía tiempo para trabajar, entre otras razones porque la misión es promover jugadores para transferirlos a equipos nacionales internacionales.

Los naranjas no viven de las taquillas, sino del fruto de sus fuerzas vivas y Suárez venía haciendo un buen trabajo en ese aspecto.

La decisión de los directivos del elenco antioqueño sorprendió, porque apenas iban jugadas dos jornadas del Torneo Finalización cuando se anunció su salida.

El detonante para la salida del adiestrador fueron la derrota frente a Bucaramanga 1-3 y el empate ante La Equidad 1-1.

Suárez había llegado al Envigado en mayo de 2021 como reemplazo del español José Arastey. Su campaña le significó al cuadro naranja clasificar a los cuadrangulares del Torneo Apertura de 2022, donde terminó en la última posición del Grupo B.

A su paso por el onceno dirigió 96 partidos, en los que ganó 27, empató 32 y perdió 37 teniendo un rendimiento del 38,8 %.

En la Liga del primer semestre de este año, Envigado finalizó en la casilla 16 con 20 puntos, producto de cuatro victorias, ocho empates y ocho derrotas. quedando muy lejos de los ocho.

Sin embargo, Suárez es de esos técnicos que se reencauchan rápidamente y no será extraño si aparece dirigiendo en el corto plazo en el torneo de ascenso o en la misma Liga.

El segundo

No menos sorpresiva fue la salida del mexicano Mario García del Boyacá Chicó. El manito, junto a Jhon Jaime ‘Flecha’ Gómez y Darío ‘Chusco’ Sierra, integraron un cuerpo técnico exitoso y sacaron al cuadro ajedrezado de la B y lo pusieron a soñar con su segunda estrella el semestre pasado.

El onceno que nació en Bogotá y luego se trasladó a Tunja, que es de propiedad del exjugador Eduardo Pimentel, por tradición trabaja con técnicos de poco recorrido profesional.

Allí fue asistente Alberto Gamero y luego asumió el cargo en propiedad, llevándolo a la conquista de su primera estrella.

La salida de García y la llegada de Bélmer Aguilar sorprende porque el conjunto ajedrezado mostraba una estructura de juego, era aguerrido, propositivo y ofensivo.



La campaña en el Torneo Apertura de este año le valió alejarse del descenso a la casilla 11, con un promedio de 1,33, muy lejos del Unión Magdalena que suma 0,97 y del Huila que marcha con 1,00.

Sin embargo, acá es en donde la frase de que “en el fútbol mandan los resultados” cobra vigencia. Boyacá Chicó ha contabilizado dos puntos de 12 posibles y tiene pendiente un juego frente a Alianza Petrolera.

Los ajedrezados perdieron 2-1 con Jaguares, cayeron en casa 0-2 frente a La Equidad, empataron 1-1 con Pereira y 0-0 con Unión Magdalena.

La misión para Aguilar hoy en su debut al frente del elenco de Boyacá no es nada fácil, como quiera que visita al Deportivo Pasto.

El ‘Bolillo’

En el caso de Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez la situación era bien diferente, porque llegó al Junior con la misión de apagar el incendio que dejó Arturo Reyes, quien irónicamente regresa al banco de los barranquilleros.

Gómez es de esos técnicos que piden tiempo para trabajar y cuando los resultados no se dan, siempre saca el paraguas.

“El plantel está muy mal físicamente” fue una de las primeras razones que escribió para justificar los pobres números de su campaña. La otra fue la típica: “yo no escogí la nómina”.

Lo hizo en el Medellín, por solo citar un caso reciente, y lo repitió en el elenco ‘Tiburón’. Tras una aceptable reacción en el torneo anterior que hizo creer que el proceso iba por buen camino, Fuad Char y compañía le armaron el equipo que pidió, sacó el golero Sebastián Viera y al volante Juan Fernando Quintero y de nada le valió porque el equipo nunca funcionó.

Su argumento para mantenerse en el cargo fue que “ningún equipo ha sido superior a Junior”. Sin embargo, solo sumó tres puntos de 15 posibles, una campaña muy pobre y que justifica a todas luces su salida.

En este torneo Junior cayó 0-1 frente a Águilas Doradas en el inicio de la Liga y ahí empezó a gestarse el divorcio con la afición. Luego cayó 1-0 en su visita al Medellín, empató 1-1 en casa con Bucaramanga, 0-0 con Unión Magdalena y 0-0 con Pasto.

Además habría que sumarle el fracaso en la Copa Colombia, en la que un equipo de la B lo eliminó en octavos de final.

Pero no serán los únicos tres técnicos que caigan en esta Liga. El torneo es joven y los resultados no se dan para Pereira, que es último, aunque Alejandro Restrepo está bien aferrado al banco gracias a su campaña en la Copa Libertadores.

Otro que no corre ningún riesgo es Alberto Gamero en Millonarios. Los azules son 14 con cinco puntos, solo que los directivos y la afición tienen bien claro qué es lo que se espera de este torneo y cuenta con el respaldo de lo hecho en la Copa Colombia, en la que defiende el título.

Cali cambió de técnico justo antes de arrancar el torneo, solo que habrá que esperar si los directivos respaldan a Jaime de la Pava a pesar de sus flojos resultados.

Ese es el mismo caso de Lucas González en el América. El bogotano necesita tiempo para dar cuento a su idea de juego, pero la afición no lo acepta. Además, se habla de que su relación con Carlos Darwin Quintero no es la mejor y que el camerino se le fracturó.

En cuanto a Pompilio Páez en Jaguares, los directivos son más de esperar que de tomar decisiones rápidas, por lo que es de esperarse que lo aguanten. Además, el equipo juega bien.

Serán los resultados los que sigan marcando el derrotero en esta Liga, que inició muy movida, con tres técnicos descabezados cuando apenas se está disputando la sexta fecha.