FARC, PAUPÉRRIMAS
Dudas y más dudas

Al escribir esta nota el Presidente había anunciado la conclusión del acuerdo final con las Farc y haría una ceremonia especial el miércoles para informarlo formalmente. Ceremonia que se inscribe dentro del programa de propaganda por el Sí. Realmente se firmará un “borrador” del acuerdo final, porque las Farc requieren, para dar su aprobación final, que su Décima Conferencia, su máxima instancia, dé su beneplácito dentro de unas tres semanas. Entonces habrá otro gran show mediático.

El Presidente no pierde oportunidad para hacer campaña por el Sí, como en la conferencia de prensa, rodeado de todo el gabinete, del lunes pasado y en la cual invitó a todos los funcionarios a apoyar el “proceso de paz”. El Presidente dice que aunque el acuerdo final no esté firmado, presentará al Congreso lo aprobado en Cuba para que, dentro del mes siguiente, autorice el plebiscito, que el Gobierno desearía celebrar el 2 de octubre. A pesar de la urgencia del Gobierno, en especial para presentar el proyecto de reforma tributaria después del plebiscito para evitar la reacción de una ciudadanía ya abrumada por la carga impositiva existente ante un nuevo y fuerte incremento de la misma, ¿Será legal someter al Congreso un acuerdo aún no aprobado formalmente por las Farc? ¿Será legal un plebiscito con las Farc armadas?

Igual duda se refiere a cuándo comenzarán los términos, seis meses, febrero o marzo del año entrante, para la concentración de los guerrilleros en las zonas veredales, lo que para las Farc no se daría sino después de una votación del plebiscito favorable al Sí. Mientras no se divulguen los términos convenidos, quienes hacen campaña por el Sí piden ratificar unos acuerdos desconocidos. Los que la hacen por el No afirman que los ya conocidos dan base suficiente para rechazarlos. De todas maneras, hay concesiones repudiables como la impunidad para los culpables de crímenes de lesa humanidad, tema sobre el que Humberto De la Calle ha dicho “Su postura inicial era la de amnistía general e incondicional, y finalmente aceptaron que los delitos más graves, no serán amnistiados” como si hacer trabajo comunitario no fuera clara amnistía, disfrazada de retórica populista.

Los cabecillas no admitirán responsabilidad personal por sus crímenes. Con inmenso cinismo Iván Márquez, manifestó: “Nosotros vamos a hacer declaraciones colectivas de verdad y asunción de responsabilidad… es un compromiso de las Farc.” No veremos a Timochenko o a Romaña sembrando hortalizas. Estarán legislando en el Capitolio. Y sobre la reparación económica que deberían las Farc otorgar, dice de la Calle: “El problema es cómo encontrar esa plata. El Presidente ha dicho que lleva muchos años buscando las famosas cuentas de las Farc en Suiza y no las ha encontrado… ellos niegan tener fincas.”