Sin lugar a dudas, el discurso que nos entregó el senador Ernesto Macías durante la posesión del nuevo Presidente del a República, Iván Duque, en medio de semejante ventarrón y llovizna pertinaz, parecía como si estuvieran haciendo un exorcismo a la Plaza de Bolívar, fue el eje central del debate político durante la semana pasada.
Resulta que la conciencia, desde el punto de vista filosófico, es la verdad. ¿La verdad de qué? De nuestros pensamientos. Sócrates, por ejemplo, comentó que a la palabra, la verdad, había que devolverle su valor auténtico a través de los pensamientos. La conciencia y la verdad se rodean de la realidad y la aceptación.
Durante ocho años los colombianos creímos, ingenuamente, que JMS nos dijo la verdad.
En la medida que fue avanzando el mundo paralelo e irreal de JMS nos dimos cuenta que nos dirigíamos hacia un gobierno contrario a la verdad, lleno de mentiras, de conspiraciones, de usurpaciones de poder.
¿La verdad del gobierno de JMS es la que este señor nos quiso mostrar o la que plasmó con crudeza el senador Macías?
Cuando el senador Macías expuso lo que expuso en la Plaza de Bolívar cantó unas verdades de a pecho que, obviamente, a nadie le gustó. A nadie quien hubiere defendido a capa y espada a JMS.
Se armó una polvareda de parte de los medios de comunicación afines a JMS.
A los dos días del discurso de Macías, el señor Contralor General de la República Edgardo Maya, comentó exactamente lo mismo que había pronunciado el senador Macías en la Plaza de Bolívar.
Entonces se produce el fenómeno de la doble moral. Para unos, la moral no es una sola y verdadera, como lo planteó Sócrates, en virtud del bien común, sino que puede ser de doble moral, de doble vía, hasta de tercera vía.
A tal punto llegó la obra mezquina de JMS que días antes de retirarse de la Casa de Nariño dejó firmados más de 442 decretos que comprometen seriamente el accionar del gobierno de IDM.
Ni hablar del pliego de peticiones de los quince sindicatos de Ecopetrol.
Además, de los nombramientos diplomáticos a última hora de la Canciller salomónica Holguín.
Faltaba la cereza para el postre.
En noviembre de 2017 se produjo la visita del Primer Ministro de Israel, Netanyahu, a Colombia. JMS, como siempre, se robó el show mediático. Al final, una declaración conjunta de JMS apoyando al pueblo hermano de Israel.
A menos de 24 horas de despedirse, JMS le clavó el puñal a Netanyahu. Increíble, pero cierto. Este hecho, aunque ustedes no lo crean, presentará un serio revés diplomático no solo con el hermano pueblo de Israel, sino que va en contravía de la política exterior del gobierno de Donald Trump quien apoya abiertamente a Israel.
Valiente papa caliente, le dejaron al canciller Carlos Holmes Trujillo.
Mientras tanto, como coletazo del proceso de paz con el ELN, vuelven los secuestros, los chantajes, las extorsiones, los soldados muertos por minas quiebra patas.
Vuelven, no, siempre estuvieron presentes sino que nunca se quiso reconocer esa verdad, realidad.
Puntilla: La verdad, es que el senador Macías se quedó corto.
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