En la industria del cable para energía es frecuente la utilización de carretes de madera de diferentes diámetros para enrollado, debido a las facilidades que brindan en términos de transporte, por dar un ejemplo. Sin embargo, la fabricación de estos carretes ha supuesto, en los últimos años, una amenaza ambiental grave, pues en su fabricación se suele emplear madera natural.
Para hacerle frente al deterioro ambiental que ha supuesto esa práctica, recientemente se ha fomentado el empleo de maderas agroforestales, es decir, producidas a partir de prácticas más ecológicas. En ese sentido, en el mercado destacan agentes como Nexans y Bucarretes, pioneros en la creación y el empleo de carretes para cables hechos de manera ecológica y sostenible.
De acuerdo con Nicolas de Guernon, CEO de Nexans en Colombia, “estas prácticas no son ajenas al compromiso de la organización con el medioambiente, así como con la comunidad. En esta oportunidad con Bucarretes hicimos una alianza estratégica a través de la cual promovemos una economía circular y contribuimos con el diseño de espacios propicios para la educación de niños en la comunidad de Lebrija. De esa manera fomentamos la construcción de un futuro más sostenible y seguro para la sociedad en su conjunto, contribuyendo así a nuestro proyecto de construir un futuro energético más seguro, sostenible, renovable, descarbonizado y accesible para todos (...)”.
Por su parte, Giovanny Patiño Ledesma, gerente general de Bucarretes, empresa líder en la creación y recuperación de carretes y estibas de madera, afirma que el compromiso de su organización con la producción sostenible de estos elementos surgió en 2020, cuando se identificó una nueva oportunidad en Santander, Colombia, que les permitió salvar 2.100 árboles gracias a plantaciones de sistemas agroforestales con especies maderables renovables, pero desaprovechadas por fallas en su proceso de secado.
La vida útil de los carretes con madera agroforestal es finita. Luego de su empleo, suelen perder consistencia a la hora de proporcionar agarre y cohesión en el transporte de cables. Sin embargo, siguen siendo utilizables para otras labores como la construcción y el reforzamiento de estructuras.
A partir de lo anterior, crearon la iniciativa Ecoescuelas, la construcción de dos recintos habitacionales que se convirtieron en aulas escolares para la Institución Educativa Llanadas, en Lebrija, Santander.
Estas estructuras, además de preservar el medio ambiente, le permiten a cerca de 120 niños y niñas de primaria y preescolar tener nuevos espacios completamente equipados para su uso. Las dos nuevas aulas comprenden un área total de 120m2, más una extensión que incluye una oficina para el director de 36m2.
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