Se conoció la posición del senador de Cambio Radical Carlos Mario Farelo sobre el proyecto de ley 103 de 2022, que prohíbe progresivamente la exportación marítima de animales en pie con fines de consumo, como lo han dicho otros senadores.
"Cerrar las exportaciones es regresar a una ganadería no competitiva. El sector ganadero del país no está solo y seguiré alzando la voz en defensa de ellos, buscando el progreso y beneficio de un sector importante que tanto le ha entregado a la economía colombiana”, enfatizó el senador magdalenense.
En su intervención, el congresista también señaló que, a pesar de haber sufrido los embates del covid- 19 durante dos años, el gremio ganadero no abandonó la producción y distribución de alimentos para el consumo de las familias del país.
"Hoy tenemos que legislar también en favor de este sector y de los muchos ganaderos que lo conforman, defendiendo sus intereses. Como provinciano y conocedor del campo, rechazo esta iniciativa que ha generado tanto pánico en el sector y reitero que no están solos", agregó el senador Farelo Daza.
Es importante destacar que, según información suministrada por Fedegán, 350 mil pequeñas familias ganaderas resultarían afectadas con la implementación del proyecto de ley.
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Del otro lado, la senadora Andrea Padilla Villarraga, quien radicó el proyecto, dijo que se busca “erradicar el sufrimiento extremo e innecesario que se les causa a los animales que son exportados vivos o “en pie” por vía marítima, con fines de consumo, y proteger la moral pública y social relativa al cuidado de todos los seres vivos sintientes”.
Padillla le dijo a EL NUEVO SIGLO que “esto es un infierno, imaginen 20 mil animales metidos en un buque de nueve pisos, unos contra otros sin posibilidad de descansar, de moverse, defecando y orinando durante 20 días en el mismo sitio”.
“Van cayendo tumbados, van ahogándose entre su propio estiércol, no pueden acceder a agua y alimento porque quedan cubiertos por esta masa nauseabunda. No tienen posibilidad de atención veterinaria porque únicamente va un veterinario para nueve mil, 15 mil animales en un viaje de altamar hasta por 20 días”, explicó.
“Es un negocio que además de cruel es absolutamente innecesario porque Colombia ya exporta carne congelada y refrigerada a países de Oriente Medio”, agregó.
“Adicionalmente es un negocio que está cimentado en una exención tributaria que no tiene ningún sustento, porque los animales que van para matadero en Colombia pagan por cada uno $52 mil por impuesto de degüello y del Fondo Nacional del Ganado, mientras que esos animales que se exportan van libres de impuestos”, concluyó.
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