VOLVIÓ la reforma laboral al Congreso en un segundo intento de la Casa de Nariño por sacarla adelante. No obstante, el ambiente para tramitarse no sería muy distinto a cuando se hundió en la pasada legislatura, pues aún no se ha consensuado con las distintas fuerzas políticas, los gremios se mantienen en que es inconveniente, hay pocos cambios frente al primer proyecto y, de contera, el Gobierno perdió las mayorías.
La ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, destacó que el nuevo texto incluye ajustes al alcance y ejercicio de la tercerización, la estabilidad laboral reforzada, jornada laboral diurna hasta las 7 p.m., creación de incentivos para la promoción de nuevos empleos protegiendo a sectores empresariales para su fortalecimiento sin precarización laboral, y el establecimiento de nuevos esquemas para formalización de micronegocios, entre otros.
La laboral es la que está más embolatada de las tres grandes reformas que quiere hacer el Gobierno, pues si bien salud y la pensional no han provocado menor polémica, al menos fueron aprobadas en la pasada legislatura en primer debate y se juegan en las plenarias de Cámara y Senado, respectivamente, que siga su trámite.
Entonces, la laboral llega al Legislativo con el ‘inri’ de que se hundió en la Comisión Séptima de Cámara por falta de debate. Entonces se aprobó la ponencia, pero no se votó, precisamente porque no contaba con el consenso en las principales bancadas para dar la discusión.
Al tiempo que los gremios coincidieron en que el texto no avanzaba con medidas para generar empleo y, por el contrario, podría incrementar la desocupación porque subía los costos de nómina al revivir el recargo nocturno a partir de las 6 de la tarde, hoy está desde las 10 de la noche; establecer que el recargo dominical sea del 100%; y una mayor indemnización por despido injustificado.
Sin embargo, los gremios no recibieron con optimismo el nuevo proyecto de reforma laboral que presentó el Gobierno, como es el caso de los comerciantes. El presidente de Fenalco, Jaime Cabal, dijo que “aunque estamos analizando minuciosamente los artículos adicionales que introdujo el Gobierno, es importante resaltar que no fuimos tenidos en cuenta para la construcción de este proyecto. De hecho, ni siquiera fue convocada la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, escenario principal para debatir este tema tan importante para el futuro del país”.
Por su parte, el presidente de la ANDI (Asociación Nacional de Industriales), Bruce Mac Master, opinó ante la radicación de un nuevo proyecto de reforma laboral que “como miembros de la Comisión Tripartita de Políticas Laborales le habíamos solicitado formalmente al Ministerio que citara a una reunión para debatir un nuevo proyecto. Esto no sucedió. Le pedimos adjuntar al proyecto la evaluación de impacto sobre el empleo hechos por el gobierno. Todos necesitamos saber si se crean o destruyen empleos”.
En el nuevo texto el contrato a término fijo se puede hacer solo hasta tres años. Al respecto la presidenta de Acopi, Rosmery Quintero, mencionó que “vuelven y lo colocan un poco más fuerte y eso nos va realmente a generar condiciones inapropiadas. ¿Por qué digo condiciones inapropiadas? El sector empresarial debe tener diferentes opciones y no que se le imponga qué clase de contrato debe utilizar”.
Mientras que el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, expresó que “una reforma laboral que pretenda justamente encarecer el costo del empleo formal muy probablemente lo que va a generar es que se empeoren las dinámicas de generación de empleo y especialmente del empleo de calidad”.
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Mirada de los partidos
El Partido Centro Democrático, en la oposición, mantiene su rechazo a la reforma laboral porque considera que el nuevo proyecto no corrige frente al primero sus efectos negativos.
Además, reprueba que el Gobierno llevó la iniciativa al Congreso nuevamente sin concertarse, como lo indica el representante a la Cámara, Andrés Forero, quien manifestó que "la forma en que se radicó la nueva reforma laboral es bastante elocuente. (...) Con esto, queda en evidencia que el llamado al gran acuerdo nacional del presidente Gustavo Petro es un discurso vacío, porque no están buscando consensos y no están buscando concertación".
Mientras que la senadora María Fernanda Cabal, también del Centro Democrático, dijo que "el Gobierno que tanto habla de diálogo, terminó radicando la laboral sin discusión ni concertación con los empresarios. El sector que más genera riqueza y empleos está enfrentado a un gobierno de ideólogos de izquierda".
Por su lado, la representante a la Cámara por el Pacto Histórico, coalición que oficia como partido de gobierno, quien fue ponente del primer proyecto, señaló que “ratifico mi compromiso de sacar adelante la mejor reforma laboral posible: una que garantice condiciones de trabajo decente y combata la precariedad laboral en el país. Junto a mi equipo, iniciamos el estudio del texto que conocimos luego de la radicación del Ministerio del Trabajo para analizar y contarles las novedades que plantea”.
La mayoría de los partidos se opusieron al primer proyecto de reforma laboral, postura que no ha variado porque, como se ha descrito, si bien el Gobierno se tomó los últimos meses para hacerle algunos ajustes, por la premura de presentarlo ante el Congreso, no lo socializó ni lo concertó con las distintas fuerzas políticas. Se oponen al proyecto por considerar que no soluciona los problemas clave del trabajo en el país y porque aumentaría los costos de manera importante en los empleadores, especialmente en las pymes, los dos partidos de oposición: el Centro Democrático y Cambio Radical.
Igualmente, se han mostrado contrarios los partidos independientes La U y el Conservador, incluso este último anunció en días pasados que presentaría su propia reforma.
En tanto que el Partido Liberal, que nominalmente hace parte de la coalición, pero que en la práctica al menos la mitad de la bancada quiere que vayan a la independencia, hizo reparos al primer proyecto de reforma laboral.
El jefe de esta colectividad, César Gaviria, presentó en mayo pasado un documento con cinco ‘líneas rojas’, otras que se “debe modificar de manera progresiva el recargo dominical y festivo, incrementarlo de un 75% a un 100% sería un desacierto. Le apostamos al incremento del recargo dominical en un 85%, de esta manera se protegerán los empleos de las personas trabajadoras”.
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