63% de los colombianos consumen menos por alto costo de vida

Foto: Diana Rubiano

DEBIDO al impacto de la inflación que ha incrementado el costo de vida, el 63% de los colombianos ha modificado y disminuido sus hábitos de consumo. Así lo señala la encuesta de "Consumer Pulse" realizada por la consultora Bain & Company.

La misma revela que en Colombia, el impacto de la inflación, que llegó a 11,78% para julio, las familias se han resentido por esta situación.

En ese sentido, los hogares han optado por reducir su consumo en las categorías que han presentado mayor aumento en los precios, como lo son alimentos (74%); servicio de energía en el hogar (47%); productos de cuidado personal (45%), transporte (43%) y salidas a restaurantes y ocio (43%).

Como consecuencia de esta situación, los consultados sostienen que han dirigido sus finanzas hacia el ahorro y la inversión para estar preparados ante un panorama macroeconómico incierto.

Sin embargo, el 31% se muestra optimista frente a un alivio de la situación financiera en los próximos meses, sobre todo por la disminución de los intereses en los créditos adquiridos y las altas tasas de retorno que perciben producto de inversiones hechas en sectores como el inmobiliario (36%) y las criptomonedas (30%).

Para Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en Colombia, “este aumento en el costo de vida ha sido un efecto colateral de la pandemia del Covid-19, el cual ha tratado de ser contrarrestado por los Gobiernos mediante un incremento del salario mínimo de los trabajadores. No obstante, esta medida ha sido contraproducente, ya que ha incrementado la inflación de la canasta familiar, en la cual se tienen en cuenta todas las categorías de consumo mencionadas anteriormente”.

Indicadores

Describe el documento que esta tendencia en la disminución en el consumo se espera que acabe una vez los indicadores económicos de la región logren recuperarse y se acerquen a cifras prepandémicas.

Para el caso colombiano se espera que la inflación de este año finalice entre el 9% y el 10%, según proyecciones del Banco de la República.

Por otra parte, según estadísticas del primer semestre, el consumo se estancó y solo aumentó 0,1%, respecto al mismo periodo del año 2022.



“Es la primera vez en muchos años que el país vive un fenómeno inflacionario constante, no picos puntuales que se deban a algún factor específico como manifestaciones, condiciones climáticas o crisis que disparen el dólar. Esta realidad económica viene transformando el comportamiento del consumidor que ahora es un poco más cauteloso y organizado a la hora de definir sus prioridades de consumo”, aseguró Camilo Escobar, analytics & customer success director de NIQ Colombia.

Según la investigación, el valor en ventas aumentó un 15,3% entre enero y junio como consecuencia de una inflación a doble dígito que se ha mantenido durante el año, generando un impacto significativo en las decisiones de compra del consumidor que se han visto limitadas por el aumento en el valor de los artículos.

Categorías

De acuerdo con el análisis de NIQ, los sectores con mayor dinamismo durante el primer semestre del año fueron hogar y cuidado personal con un crecimiento del 3,6% en volumen, impulsado principalmente por la marca privada.

Así mismo, el sector de las bebidas fue uno de los que se recuperó en este periodo gracias al segmento de bebidas alcohólicas y tabaco, canasta con un incremento del 6% en volumen de ventas a comparación del mismo periodo en el año anterior.

La canasta de alimentos es la única que presenta contracciones en consumo, con un 3%, siendo el segmento de confitería el mayor afectado con una disminución del 5,3% por el incremento de precios de sus productos en un 26,9%, el segundo más acelerado de las canastas.

Como resultado del aumento en precios, el reporte de NIQ resalta que canales como los discounters y formatos pequeños vienen cautivando la preferencia de los consumidores, presentando un crecimiento del 12,8% en volumen y del 31,4% en valor.

De igual forma, viene incrementando la frecuencia de compra de artículos de marcas privadas por sus precios asequibles. Durante el primer semestre la marca privada tuvo un peso del 14,1% en valor, mientras que hace un año pesaba un 12,9 %.