Gálvez o el despertar de la oposición mexicana

AFP

A DIEZ meses de la elección presidencial en México hay dos hechos inéditos que enmarcan la campaña: el fuerte despertar de la oposición con una candidata única y la alta posibilidad de que en este país, estereotipado como machista, su rival sea otra mujer.

La alta aprobación que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador (cerca del 60% tras cinco años de mandato) con el partido Morena espera ser capitalizado y aumentado por la exalcaldesa de la ciudad mexicana, Claudia Sheinbaum, que lidera las preferencias frente al excanciller Marcelo Ebrard. El miércoles se sabrá si fue la elegida por el oficialismo.

Ante la alta posibilidad de victoria, la oposición logró un impensable hace meses: unir al conservador Partido Acción Nacional (PAN), el centroderechista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el socialdemócrata Partido de la Revolución Democrática (PND). Esta coalición bautizada Frente Amplio por México, tras un proceso de encuestas y consultas a las bases, proclamaron la candidatura única de Xóchitl Gálvez.

De estilo desenfadado, lenguaje coloquial y mensaje frentero, esta exsenadora de origen indígena, de 60 años, sacudió la política mexicana cuando decidió postularse al primer cargo del país tras sufrir una afrenta del gobierno. En sus planes estaba buscar el gobierno de Ciudad de México, pero por inesperadas acusaciones del presidente López Obrador y que le hubieran impedido entrar al palacio presidencial para rebatirle al gobernante sus señalamientos, decidió lanzarse “para la grande”, como ella señala.

"Al cerrarme la puerta, miles de mexicanos me abrieron la suya", declaró al anunciar su postulación. Ahora "que no se hagan güeyes (tontos), estuvieron chingue y chingue (presionando) que fuera, ahora que me ayuden", lanzó en ese momento a sus simpatizantes, ante los cuales tamgièn aseguró “¡Voy a ser la próxima presidenta de México!”.

Su irrupción y perfil personal desacomodan al oficialismo, que pretende representar y defender a los más pobres del país, entre ellos las comunidades indígenas.

 

Historia de éxito

Gálvez nació en el central estado de Hidalgo, hija de un indígena otomí y una madre mestiza. Su infancia estuvo marcada por la violencia intrafamiliar y la pobreza, que la obligó de niña a vender gelatinas para poder acudir a la escuela.

Llegó a vivir en un cuarto de azotea en la capital para estudiar ingeniería informática en la estatal Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).

Se especializó en robótica, inteligencia artificial y sustentabilidad para luego lanzar una exitosa firma dedicada al desarrollo de edificios inteligentes.

El periódico Financial Times le dedicó en julio un largo perfil, retratándola como una "self made woman" (mujer hecha a sí misma).

En 2003, llegó a la política invitada por el entonces presidente Vicente Fox de Partido de Acción Nacional para ser comisionada nacional para el desarrollo de los pueblos indígenas.

Pese a su cercanía al PAN, primera fuerza opositora, no tiene militancia partidista y llegó al Senado como candidata del PRD.

López Obrador ha señalado a Gálvez como la "candidata de la mafia del poder", impulsada por los partidos tradicionales y empresarios que anhelan recuperar los "privilegios" que, afirma, gozaron en gobiernos anteriores, antes de su elección en el 2018.

Los ataques de López Obrador hacia Gálvez forzaron la intervención de la autoridad electoral para detenerlo.

"Nadie me controla, ni mi marido", respondió la candidata que ha acusado además al presidente de violencia política de género.

De tez clara, ojos expresivos y sonrisa frecuente, Gálvez viste habitualmente huipiles, blusas de manta bordada o rebozos, todas prendas de tradición indígena.

"Orgullosamente, las raíces de mi árbol son ancestrales", escribió en un mensaje en la red social X (antes Twitter) para responder a sus detractores que la acusan de utilizar sus orígenes para ganar espacios en la política.

 

Combatir la violencia "con ovarios"

Entre sus dotes están sus habilidades para comunicar con un lenguaje informal, franco y salpicado de palabras de ‘alto calibre’ como se dice coloquialmente, que desatan sonrisas. Además, suele desplazarse por la ciudad en bicicleta.

"No quiero rateros, ni huevones (flojos), ni pendejos", ha dicho Gálvez sobre lo que busca en sus colaboradores. A la inseguridad que golpea a México, promete combatirla con "ovarios".

"¡Ya basta! Se requieren ovarios para castigar a quienes violan la ley", escribió Gálvez en su cuenta de Instagram, al criticar la estrategia de seguridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

La presidencial conservadora califica como "fallida" la política de López Obrador conocida como "abrazos, no balazos" contra los narcotraficantes, que propugna atender las causas de la violencia antes que enfrentar a sus perpetradores.

Para Luis Estrada, director general de la consultora política Spin, la respuesta "enfurecida" de López Obrador ante la candidatura de Gálvez tuvo un "resultado contraproducente".

La candidata terminó acaparando la agenda mediática y desnudó la inquietud del mandatario ante el avance de la oposición, que antes no contaba con una figura convincente de cara a la elección del 2 de junio de 2024, explica.

Gálvez es "carismática, fresca y espontánea" y representa "lo menos viciado" de la oposición, opina por su parte el analista Hernán Gómez Bruera.

Sin embargo, le augura poco éxito ante su potencial rival oficialista Claudia Sheinbaum.

Según encuestas publicadas esta semana por los diarios Reforma y El Financiero, Sheinbaum encabeza las preferencias con 46% de la intención de voto, mientras Gálvez aparece con 31% y 37%, respectivamente, en esos sondeos.

 

Duelo de mujeres

De ser Sheinbaum la candidata del oficialismo, por primera vez en la historia, México tendrá dos mujeres como las principales opciones en la boleta electoral presidencial.

La exalcaldesa de México, la primera en mujer en ocupar ese cargo, quiere convertirse en la primera en gobernar ese gigante país latinoamericano.

Para ello no sólo mantiene el irrestricto apoyo a la estrategia de seguridad del actual gobierno, sino que exalta sus propios resultados en la Ciudad de México, donde fungió como alcaldesa desde diciembre de 2018 hasta junio pasado.

"Siendo jefa de Gobierno, en 2022 logramos la tasa más baja de homicidios dolosos desde 1989", se felicitó Sheinbaum, de 61 años, en una publicación en la red social X,

"Ahora la Ciudad de México se encuentra entre las siete entidades con menos homicidios por 100 mil habitantes", agregó.

De ascendencia europea -al igual que Ebrard- esta física de profesión y apasionada por las causas sociales es hija de una pareja de científicos que participaron en el movimiento estudiantil de 1968, por lo cual ella al igual que sus dos hermanos, Julio y Adriana comenzaron su formación profesional en la Universidad Nacional Autónoma de México. Posteriormente ingresó al Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Sur, donde comenzó su interés por los movimientos sociales.

Cursó y se graduó con honores como física en la Unam, donde también realizó maestría y doctorado en Ingeniería Energética. También tiene un doctorado del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Estados Unidos), lo que le permitió integrar el Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático de la ONU.

En 1989 fue activista de un movimiento estudiantil en la Unam, que fue la llave de entrada a la política y a algunos cargos gubernamentales.

Diferente en todo a la conservadora Gálvez, desde su vestimenta y estilo hasta el discurso, está segura no sólo de ganar la nominación de Morena sino en convertirse en la mujer al mando en México.

La analista política Paula Sofía Vázquez considera que el origen, posición y trayectoria de Sheinbaum son reconocidos pero insuficientes para asegurar de antemano una victoria.

"El presidente ha sido muy exitoso en construir una oposición elitista, racista, blanca, oligarca, y creo que el perfil de Xóchitl los vacía de esa narrativa", señala la experta, quien ve a la candidata de la oposición como la "outsider" o sorpresa de la naciente campaña.

El miércoles se sabrá si la exalcaldesa es la elegida por el partido oficialista lo que será el banderazo de la campaña presidencial que pinta interesante y movida, ya que su competidora, la conservadora Gálvez se empleará a fondo para que este despertar de la oposición se corone con las llaves del Palacio Nacional./Redacción internacional con AFP