“Que Serankwa me los cuide”. Con esta frase cargada de buenos deseos, en la que nombran a la deidad que les dejó la tarea de cuidar y mantener el equilibrio del mundo a los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta -Wiwa, Kogi, Arhuaco y Kankuamo-, termina la misión de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS Colombia), en el Magdalena.
La labor del organismo de salud es apoyar a las autoridades sanitarias del Magdalena y del distrito de Santa Marta a construir puentes con las 54.724 personas, que según el DANE pertenecen a estos cuatro pueblos indígenas, así como con los vacunadores y los prestadores de salud que permita implementar una estrategia de comunicación para la salud étnico, con enfoque en prevención del covid-19. Un desafío exigente, en la montaña costera más alta del mundo, con dos picos nevados de 5.775 metros y 5.560 metros y un área de 17 mil kilómetros cuadrados.
A finales de marzo del 2020, cuando el coronavirus llegó a Colombia, los cuatro pueblos indígenas de la Sierra consultaron la Ley de Origen, buscaron el equilibro mental–espiritual y material–terrenal para controlar el virus, y definieron acciones de prevención en el ámbito colectivo, individual y para el territorio ancestral, con pagamentos y también con medidas como el aislamiento. Incluso, aún hoy, son contadas las personas que pueden acceder a sus comunidades. Por eso, no es extraño que para sostener un encuentro con las autoridades indígenas en territorio, haya sido indispensable establecer primero un largo diálogo con líderes indígenas en las instalaciones de la IPS Gonawindúa.
La visión de la OPS/OMS, basada en la equidad y en el respeto al pensamiento indígena, y guiada por el objetivo de ‘no dejar a nadie atrás’ durante la pandemia permite el encuentro con uno de los mamos más reconocidos y respetados de la Sierra. Se trata de Ramón Gil, quien en los años 80 inició la unificación política de los pueblos Kogi, Wiwa y Arhuaco.
Según la creencia indígena, los deseos sin control de las personas conllevan al incumplimiento de la Ley de Origen y, por ende, a la enfermedad. Es por esto que, para prevenir la propagación del covid-19 y curar, además de las acciones en lo individual, lo colectivo, lo territorial, los Mamos deben ir a los sitios sagrados a confesar y a hacer pagamentos que ayuden a ordenar el pensamiento.
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