Respuestas pendientes
Duro debate de la senadora del Centro Democrático, Paloma Valencia, a la ministra de Salud, Carolina Corcho, el martes pasado. La congresista de la oposición dijo que muchas preguntas quedaron sin responder: “¿Por qué ante la escasez de medicamentos en Colombia llevamos tres meses sin que la Comisión de precios de medicamentos sesione? Subir los precios ayudaría a que consigamos los medicamentos que necesitamos”. También indicó la senadora uribista que la titular de la cartera “nos dice que tiene un acuerdo con ‘un país’ para las vacunas contra la viruela del mono… ¿Cuándo estarán las vacunas en Colombia?”. Valencia también alertó que Acemi, el gremio que reúne a las EPS, advirtió “… de un faltante de 41 principios activos necesarios para atender distintas enfermedades. Más de 1.000 novedades”. Igualmente se interrogó si “¿es verdad que quieren quitar las buenas prácticas de manufactura del Invima para facilitar que el gobierno pueda producir medicamentos genéricos con menos exigencias?”.
Campanazo a Corcho
La congresista opositora no se quedó ahí. Le dijo a Corcho que “… tomen la responsabilidad de gobernar, porque gobernar no es echar discursos. Gobernar es reconocer lo que se tiene y tener la capacidad de construir sobre lo que generaciones han construido”. Este campanazo porque, según la parlamentaria, “en 100 días de gobierno aumenta el desabastecimiento de medicamentos en distintas partes territorio nacional”. Incluso, en medio de la discusión en la plenaria, Valencia acusó a la Ministra de estarse riendo y chateando “mientras hacemos este importante debate para defender la salud de los colombianos… Ojalá la risa le dure cuando venga la crisis del sistema”.
Valencia vs. Bolívar (I)
El debate sobre la salud también dio lugar a un duro enfrentamiento entre Valencia con el también senador, Gustavo Bolívar, del Pacto Histórico. Este último dijo, en referencia a la parlamentaria y su compañero de bancada en el Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, que “los nietos de los expresidentes Valencia y Turbay no asimilan aún que este país cambió, que ellos ya no tienen privilegios como sus abuelos, que la democracia hereditaria se acabó. Ahora manda el pueblo y a esos delfines les toca revolcarse en las mentiras para hacerse sentir”. Frente a ello, Valencia replicó al parlamentario petrista que “… vida privilegiada la suya, que el sueldo de congresista no le alcanza. Privilegios los suyos que viene al Congreso cuando le provoca y que se va cuando no le gusta”.
Valencia vs. Bolívar (II)
Contrarreplicó Bolívar en términos aún más duros: “senadora Paloma mentirosa. Solo he faltado a una plenaria en todo el año por un permiso no remunerado que pedí. Puede certificarlo. Hoy (el martes) fui, ahí está el registro y salí cuando usted empezó a hablar por salud mental. Enferma escuchar 40 minutos una persona destilando odio y mentiras”. Valencia no se quedó atrás y le respondió: “¿Y por qué no volvió cuando acabé? Entonces siempre que haya cosas que no le gusten se va del Congreso… Eso si es vivir sabroso. Y si lo enferma el odio y la mentira, le recomiendo que no se mire al espejo porque ahí sí que lo mata esa enfermedad”.
Sin cambios
En medio de las críticas de algunos voceros de la coalición de izquierda al trabajo de varios ministros, un periodista de EL NUEVO SIGLO le preguntó a un parlamentario del Pacto Histórico si pensaba que el presidente Gustavo Petro aplicaría algún cambio en el gabinete antes de cumplir el primer año de mandato. “… No creo… Los ministros apenas si van a cumplir cuatro meses y el Gobierno apenas arranca… Lo que pasa es que aquí hacemos crítica constructiva, mientras la oposición, que gobernó los últimos cuatro años, solo hacía solidaridad de cuerpo y aplicaba el tapen, tapen”.
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