Desconcierta Eduardo Montealegre, ex Fiscal General de la Nación. Lucía, al ser nombrado, difícil que hubiera alguien mejor preparado para el ejercicio del cargo; sin embargo, una vez retirado, surgen controversias, por ejemplo, la asesoría de Natalia Springer, cuyas cifras fueron cuantiosas, se desconocen los informes derivados, considerados confidenciales, envueltos en divergencias internas, no atendió el Fiscal General debates ante el Congreso.
La batahola de La Habana trajo también nueces. Saber por ejemplo que uno de los artífices de aquello que a gusto o disgusto de unos u otros hará parte de nuestra historia, es un Filósofo –Sergio Jaramillo-, en este país donde pensar se volvió pecado, en sentido extra moral, cuando no estorboso.
Por estos días de polarizaciones, alegrías del corazón y un aparatoso halloween político, algunos comunicadores y en especial un canal de televisión, han dedicado su trabajo periodístico a repasarle a Colombia lo perversas que han sido las Farc. Tal vez los partidarios del No creen que quienes estamos con el Sí vamos a caer en la trampa de defender lo indefensible. No se desgasten: Sabemos, recordamos y reprochamos con la fuerza de una conciencia pensante, las trágicas imágenes de un conflicto armado, tan inútil como devastador.
El desespero arropa, y de qué manera al uribismo, a ese grupo que ha juntado todas sus malas energías, con las que pretende pervertir y degradar una nación que logró escapar al paramilitarismo y la corrupción, para conseguir una paz negada durante más de medio siglo.
Al iniciarse la campaña para que los colombianos refrenden o sepulten en las urnas el acuerdo de La Habana, es evidente que la mejor promoción del No es un Sí mal defendido.
A medida que se conoce el texto definitivo surgen dudas numerosas y profundas que exigen, por lo menos, una explicación de los compromisos adquiridos a nombre de los cuarenta y seis millones de colombianos, cuyo porvenir quedará ligado indisolublemente a las cláusulas de este documento.
Leyendo el texto del acuerdo de paz a que acaban de llegar la delegación de las Farc y los representantes del Gobierno nacional se encuentra que quienes lo firman en nombre de ese grupo armado ilegal lo hacen con sus apelativos de guerra; ello parece una inadvertencia. Lo cierto es que los nombres de Iván Márquez o Pablo Catatumbo no existen en la vida civil. Lo que individualiza las personas es el número de la cédula de ciudadanía.
Como todos los procesos de paz, el colombiano tiene las bases establecidas por las Naciones Unidas, fundamentalmente el derecho de las víctimas a justicia, reparación, verdad y garantía de no repetición.
La semana pasada escribí sobre las sucesivas violaciones de la ley que observé en el proceso en el Senado contra el magistrado Pretelt. También expresé mi profundo compromiso con las formas procesales que pretenden garantizar la imparcialidad y la predictibilidad de los procesos; son la oportunidad de apartar las preferencias individuales a favor de la siempre difícil imparcialidad. Me esfuerzo para que mis propios prejuicios no condicionen mi manera de proceder, más aún cuando se trata de juicios sobre las personas.
Se firmó al fin, luego de cuatro años de negociaciones, el Acuerdo Final que pone conclusión al conflicto de más de cincuenta años, entre el Estado colombiano y el grupo subvertido de las Farc, alzado en armas y que se ha dedicado al secuestro, la extorsión, el narcotráfico y a toda una serie de actividades al margen de la ley. De guerra poco, pues está es una forma de conflicto socio político entre dos grupos humanos; sin embargo, no se puede desconocer la existencia del conflicto y las consecuencias devastadoras para la sociedad colombiana.
Nueva York. - Si las elecciones presidenciales en Estados Unidos fueran este jueves, la demócrata Hillary Clinton sería la ganadora. Le sacaría una ventaja cercana al 20% al empresario Donald Trump.
La diferencia podría ser incluso mayor. Sin embargo, el magnate sigue afinando su artillería pesada contra su rival para restarle ventaja e intentar vencerla el próximo 8 de noviembre.