MIRADOR
Retoques

Nueva York. -  Si las elecciones presidenciales en Estados Unidos fueran este jueves, la demócrata Hillary Clinton sería la ganadora. Le sacaría una ventaja cercana al 20% al empresario Donald Trump.

La diferencia podría ser incluso mayor. Sin embargo, el magnate sigue afinando su artillería pesada contra su rival para restarle ventaja e intentar vencerla el próximo 8 de noviembre.

En ambas campañas ha habido reuniones a puerta cerrada, de día y de noche. Se reúnen los estrategas de imagen, comunicaciones y jefes políticos de todos los estados en procura de sendos mensajes que calen en la opinión.

Los dos candidatos saben que no han contado con suerte frente al electorado.

No han dicho aún lo mejor de sus discursos. No han planteado todavía el quid del asunto.

Los estadounidenses esperan menos retórica, ataques, ofensas y justificaciones; más de economía social, vivienda, empleo, pensiones, educación y respeto a migrantes y residentes legales e ilegales.

Clinton y Trump han pasado parte de sus tiempos encerrados en tiendas de campaña y en oficinas de estrategas de marketing.

Quieren empezar septiembre con retoques en su estilo de presentarse en plaza pública.

Pretenden conquistar 55 millones de hispanos, 17 millones de mexicanos, muchos indocumentados; con propuestas en seguridad, migración, acceso al trabajo, la salud y la educación, impuestos, gastos e inversiones.

Un maquillaje al aspecto de ambos candidatos. Las gentes no los ven aún con buenos ojos. Les falta encanto, seducción, cercanía y convencer.

Clinton dedicó espacio estas dos últimas semanas a nuevas consultas con demócratas en el Parlamento. Busca mayor apoyo político a sus ideas y aplicarle color y brillo a una candidatura que para muchos estadounidenses luce gris y sin carisma.

A la esposa del expresidente Bill le piden fuerza en sus propuestas, convencer a los votantes y abstencionistas, a los que la aclamaron en su proclamación y a los que aún tienen dudas entre su figura de mujer amable y sus vacilaciones frente a asuntos sensibles como migración, residentes y seguridad nacional.

Trump, a su vez, lanza en ristre contra su contendedora. Sigue siendo explosivo. Mientras sus asesores replantean estrategia política con enfoque social y menos picante mexicano contra forasteros, él no deja de buscarle el punto débil a Hillary, la cuestiona y objeta en lo personal y en lo profesional.

Al ‘mono’ lo tienen en la mira 55 millones de hispanos que forman el 17% de la población total del país.

Con 35 millones de personas, México conforma el 63% de la comunidad hispana.

Le siguen puertorriqueños, que con 5 millones de personas llegan al 10%. Y después los salvadoreños y cubanos, cada uno con 2 millones.

Otras dos comunidades son dominicanos con 1,7 millones, 3% del total latino, y guatemaltecos, 1,3 millones de personas.

Un arsenal electoral indeciso que aún no toma partido