Interesante que tantos partidos, corrientes y estéticas quieran poner su grano de color a la campaña del SÍ. Pero, ojo con ese ‘collage’ de egos, en algo tan sensible como la respuesta más importante de un país: la que definirá el futuro de -al menos- los próximos 100 años de esta esquina de América.
Mientras el tren estuvo varado, sin carbón y con el maquinista intentando sobrevivir en un costal de anzuelos, pocos creyeron en la entonces máquina de la incógnita (llámese proceso de paz), y no ayudaron para que pudiera iniciar su recorrido al futuro.