LA OTRA CARA
Del camión al tren

El país perdió más de los 3 billones de pesos, calculados en cifras oficiales, arrojadas por el sabotaje camionero en carreteras, sumado con vándalos que provocaron incendios, destrucción y golpes, a otros automotores estacionados o intentando pasar por distintas zonas.

Así concluyen empresarios independientes, obligados a interrumpir el ritmo de sus negocios, al margen del coletazo económico a las más grandes empresas del país.

El llamado paro se convirtió en sabotaje. Aunque no se desconoce  firmeza del Gobierno en los puntos, para llegar al acuerdo, su actuación como  autoridad Nacional, fue tardía para declarar alteración del orden público.

El accidente del gobernador de Boyacá junto con tres de sus funcionarios, al producirse la estrellada en uno de los sitios con vehículos estacionados, entre Tunja y Duitama, aceleró la decisión para toma militar y de Policía en las vías. En esencia el Acuerdo, pudo haberse alcanzado en uno o dos días.

El facilismo común en el país dirá que lo pasado pasó. No es así. Es pérdida billonaria, que hizo hueco profundo en las arcas del Estado, y en los presupuestos de pequeños y medianos  productores, agrícolas, industrias, empresas de embalaje y empaque de mercancías, así como comercio en  entre ciudades y zonas portuarias.

Quedó claro que el sabotaje se originó en decisiones de los propietarios más grandes en transporte de carga. Uno de los más mencionados,  al enterarse que iban a ser investigados por la fiscalía, dijo, “Yo solo tengo 15 camiones.”

Hubo acuerdo, pero la pérdida económica del país, no les interesa. Destacable que se haya establecido que habrá contratos de trabajo a conductores, protección social y profesionalización del oficio, dentro de legislación laboral, es decir, funcionan por fuera de la Ley.

Al pasar la página a lo propositivo, no queda inadvertida la pregunta empresarial,  ¿Qué pasó con el tren? No puede quedar olvidado.

Es capítulo aparte, que si lo continúan impulsando ministerio de Transporte y Agencia Nacional de Infraestructura, puede tener resultados para ejecución este año.

En Colombia están listas representaciones férreas de España, Alemania, Corea, Estados Unidos y Austria.

Con inversión privada, los proyectos apuntan a revivir las líneas, La Dorada -Santa Marta; ferrocarril de Antioquia, con salida al mar por Urabá; tren del Pacifico y tren de Cundinamarca, para pasajeros y carga.

El sistema con planeación y modelos  aplicados en todo el mundo, es factible en Colombia, como alternativa público-privada con beneficios para economía y actividad social. Todo se hace tarde.      

juanalcas@yahoo.com