La verdad pensé que el señor General Henry Sanabria se desempeñaría como director de la policía colombiana por más tiempo, pues tiene un perfil de hombre disciplinado, entregado al servicio y acompañado de una mesura propia de personas inclinadas a la religión, con un talante más vale conciliatorio e indulgente que belicoso e impulsivo.
Todos estos son rasgos ideales para el momento que atraviesa la institución, donde sus enemigos agazapados pretenden hacer de ella su botín, sacando todas las ventajas políticas posibles que, como sabemos, pueden ser muchas y supremamente nocivas para la policía, la ciudadanía, el gobierno y el mismo país.
Pero no, tal vez sin proponérselo el General Sanabria, fijó posiciones poco prudentes y exteriorizó conceptos algo apasionados, olvidando que representaba la policía en cada intervención, dando con ello espacio para incomodar al gobierno central, que esperaba más identidad que apasionamiento del Director.
Despedimos al Señor General Sanabria reconociendo que siempre lo acompañó la mejor de las intenciones por acertar y deseándole muchos éxitos tanto en su vida personal como profesional.
Es hora de poner los reflectores en el General William Salamanca, el hombre que encontrándose en la reserva activa de la institución fue escogido por el señor Presidente de los colombianos para dirigir el destino de nuestra querida Policía Nacional. Sin duda los que conocemos al nuevo Director, sabemos de sus capacidades y formación profesional, pues lo vimos desempeñarse con solvencia en diferentes cargos y enfrentar los retos del servicio con seriedad y dignidad, dando especial atención al tema administrativo, perfil que lo muestra precavido y cauto, además del compromiso hacia la operatividad, respondiendo con presteza y carácter.
De manera que podemos sostener que en manos de William Salamanca está seguro tanto el prestigio, futuro y desarrollo institucional, como la filosofía, doctrina, operatividad que nos orienta y ubica en el ámbito del servicio en defensa de los residentes de nuestro país.
Otro referente que acompaña nuestro nuevo director es el conocimiento profundó de la historia policial, sus vicisitudes, éxitos y adversidades, erudición que le permitirá enfrentar con conocimiento de causa los ataques venidos de diferentes sectores, sórdidos e interesados en utilizar la policía para provecho propio, intentando sacar de ella ventajas, sin importar el costo que deban pagar el gobierno y la institución.
Por último nos quedaría recomendar al señor General William Salamanca, pasar la doliente página que pueda acompañar sus resentimientos y animadversiones por momentos vividos y ojalá olvidados, sin reconocer contradictores o rivales en el cumplimiento de esta responsabilidad; mirando al frente, aprovechando el momento que la historia institucional le brinda, y escribir páginas de lucha, progreso, y éxitos, procurando que los avances alcanzados durante estos últimos setenta años se multipliquen en bien del país, su sociedad y esta noble institución que tanto amamos.
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