GLOBAL
Café para tres

MES y medio para la primera vuelta presidencial en Colombia. Un abanico de candidatos bien diferentes, diversos y nada parecidos.

Los tres aspirantes con mayor cobertura en los medios y ventajas en las encuestas no tienen nada en común. Son distantes en gustos e ideas.

Sin sacar del radar a otros candidatos con maquinaria política ‘aceitada’ y buena reputación en regiones, los nombres de Iván Duque, Gustavo Petro y Germán Vargas, siguen sonando este jueves con favoritismo.

No son tres del mismo costal. No parecen querer tomarse juntos un tinto.

El café no está servido para ser cercanos en esta disputa electoral.

No se ven los tres disfrutando juntos un café, coincidiendo y logrando consensos.

La taza de un café con aroma a integración y unidad no se servirá.

Duque, el más joven e inexperto, con ascenso veloz en mapa de la política colombiana. Ir al senado no lo hace ni bueno ni peor.

A Colombia, un potro salvaje de corrupción, no se administra sin alta dosis de liderazgo, experiencia y conocimiento.

El  27 de mayo, día de los caídos, no podemos caer bajo en las urnas, no debemos equivocarnos. Necesitamos salir con decisión y conciencia a votar por quien consideremos el mejor y creamos le conviene a esta saqueada nación.

Duque, es inexperto, no tiene horas de vuelo en la nave de problemas nacionales. Lleva a su lado una copilota capaz y experimentada.

El capitán del barco debe ser un marinero con mucha experiencia para no dejar hundir la embarcación en tiempos difíciles. 

Sorprende el paso veloz del meteorito político que es Duque. Hace un par de años pocos apostarían a que un joven sagaz, preparado y nuevo en el oficio de la política, estuviera hoy con opciones de pasar a segunda vuelta y ganar.

Su propuesta es un riesgo que simpatizantes deberán asumir. Su inexperiencia, no su inteligencia, el gran interrogante.

Gustavo Petro, tiene años ejerciendo como congresista y manejo de los temas públicos cotidianos como alcalde de Bogotá. Cosa que no es igual a dirigir el país.

Petro tiene posibilidades y hoy su bandera se ondea por muchos rincones. Quienes lo ven como alternativa estiman que mejor arriesgar el voto por sus ideas cargadas de críticas y oposición al establecimiento que seguir padeciendo de lo mismo.

Votarán por Petro quienes nada quieren saber de la vieja clase política clientelista y desprestigiada. Los que no creen, sienten desesperanza y carecen de confianza en el porvenir nacional, rodean a Petro.

Tiene una forma de pensar y actuar que a muchos causa dudas y temores. Debe manejar en frío las crisis y apagar calenturas de un temperamento fácil de rabiar.

Germán Vargas, experiencia, preparación y ejecutor. Todo lo que requiere un estadista para ganar presidenciales. Suele, empero, salirse de la ropa, enojarse y verse contrariado o malhumorado. Tendría que serenarse y no dar sensación de arrogante o suficiente.

El más político de los candidatos, pero podría ayudarse a ser más cercano.