LA firma del pacto entre el Gobierno Santos y las Farc es un hecho, el proceso ha sido una novela cuyo final está escrito desde un comienzo pero que ha sido presentado por capítulos para generar expectativa y mantener la atención. La negociación con las Farc, que es lo único que tiene Santos, es una desafortunada realidad. Como oposición le hemos cumplido al país con oportunas críticas frente al proceso, hemos dicho qué se debe hacer y evitar, hemos advertido en todos los tonos y por todos los medios los límites que no se deben trasgredir a nombre de la paz.
El Gobierno ha sido sordo frente a las críticas no sólo del Centro Democrático, sino de miles de colombianos que tienen reparos frente a lo que se está negociando y la forma en la que se ha hecho. A pesar de ello se ha empeñado en avanzar con más concesiones a las Farc que a sus críticos. Parece que el único refugio de Santos es apartarse de Uribe, él no tiene apoyo popular y solo logra unos aplausos cuando profundiza en la traición. A Santos no lo quieren por ser él, lo utilizan por ser el traidor de Uribe.
Coincido con Plinio Apuleyo: el Gobierno Santos ha sido lo suficientemente malo como para que la oposición gaste todas sus municiones en la negociación con las Farc, donde las advertencias están hechas y los errores cometidos. Tenemos que empezar a denunciar la corrupción de esta administración, que no es poca; la precaria gestión en todos los frentes, su política exterior de apariencias y malos resultados. Desde la oposición debemos ser unos críticos veedores de los pactos de La Habana, ya tendremos ocasión de sacar pecho cuando quede en evidencia el fracaso del pospacto.
Por ahora sería importante que le contaran al país cómo será la implementación de las zonas de concentración o despeje. ¿Cómo van a controlar para que las seis zonas ubicadas en municipios de frontera no se conviertan en corredores de armas y de droga?, ¿Qué pasará con los actuales habitantes de dichas veredas si según el acuerdo no puede haber civiles en las mismas?, ¿Los van a desplazar?, ¿Serán ubicadas las Farc en dichas zonas en contra de la voluntad de los pobladores o harán procesos de consulta previa?, ¿Qué pasará con los propietarios de predios en esas veredas? ¿Serán indemnizados?.
Finalmente, el anuncio menciona que habrá 10 guerrilleros por cada zona que tendrán libertad de desplazamiento por los departamentos donde estén ubicadas y otros 60 que tendrán libertad de moverse por todo el territorio nacional. ¿Esa prerrogativa para 260 miembros de las Farc, antes de entregar las armas, aplicará para quienes sean responsables de crímenes atroces?
Seguramente no habrá respuesta porque en nombre de la paz todo se vale.
@SHOYOS
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