ATALAYA
La Parody-a homofóbica

En Colombia, un país enfermo moral y éticamente, se pretende desfigurar y modificar por intermedio de los desestabilizadores sociales del siglo XXI todas las leyes humanas, naturales y legales con el fin de adaptar el proceso de paz de La Habana al modus vivendi del ciudadano de a pie. Se trata de justificar lo injustificable.

Tal fue el caso de la Parody-a homofóbica la cual se elaboró en siete actos.

Primero: El concejal de la familia Marco Fidel Ramírez desde hace cinco años viene denunciando la invasión de la ideología de género en los colegios tanto públicos, como privados, de Bogotá a instancias del alto gobierno y de los medios masivos de comunicación que le valieron amenazas en contra de su vida.

Segundo: 1 de junio. La Mesa Nacional de Educación Privada emitió un pronunciamiento dirigido al Ministerio de Educación Nacional en rechazo de la revisión de los manuales de convivencia y la imposición de la ideología de género. En el comunicado, las diferentes asociaciones de colegios reivindican la autonomía educativa y el derecho fundamental de los padres a escoger el tipo de educación que recibirán sus hijos.

Tercero: El escueto comunicado No. 82 del 24 de julio La inclusión de un enfoque de género en un proceso de paz. Nace la pregunta: ¿Qué tiene que ver el enfoque de género en el proceso de paz de La Habana con las Farc?

Cuarto: La valiente diputada Ángela Hernández quien denunció la colonización homosexual en los colegios de Santander. “Muchas veces nos han inculcado ese miedo, señora Ministra, no podemos hablar, toca mirar que palabras usamos para expresarnos, no sea que se sientan agredidos y me demanden, pues que me demanden”….

Quinto: La cartilla, convenio interinstitucional de asociación No. 753 de 2016  entre el Ministerio de Educación, Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, proyecto Colombia diversa, por $1.586 millones se convirtió no solo en un material de propaganda, sino en el florero de Llorente. Sale un señor Sarria, en la FM de Hassan Nassar: “Es que ese procurador homofóbico”. Tenía que aparecer un culpable, al mejor estilo de Goebbels.

Sexto: Un Twitter de Gustavo Rugeles donde mostraba el ISBN de la cartilla que negó la Parody. De la página web del Ministerio de Educación, súbitamente la desaparecieron. Colombia diversa, esta boca no es mía. La ONU, escurrió el bulto. La Parody, que todo fue a sus espaldas. Una rectora de un colegio en BluRadio. Néstor y Felipe no veían como defender a la Parody.

Séptimo: La marcha. Benedetti y sus cuatros gatos. Al día siguiente, Darío Arizmendi en Caracol básica  los calificó de retrógrados. Como Sarria de la FM. De homofóbicos a retrógrados.

Epílogo: Un lacónico video de la Parody con cara de niña regañada.

 Ante los hechos, preguntas varias:

1.     ¿La ministra Parody tenía conflicto de interés en este caso?

2.     ¿Colombia Diversa devolverá los $1.586 millones?

3.     Si existe esa cartilla, ¿cuántos convenios similares?

4.     Los cristianos que apoyaron firmemente la paz de huanpa, ante los hechos, ¿se tragarán este sapo?

5.     Si nada está acordado, hasta que todo esté acordado, si no hay equidad de género, ¿No hay acuerdo de paz en La Habana?

Puntilla: parodiando a Álvaro Gómez Hurtado. Nadie le está solicitando su renuncia, pero tampoco se puede quedar. En vez de promover la equidad de género, ¿Por qué no promueve el deporte?

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI

@RaGomezMar