Hay que admitir, sin recato, que la culpa del fracaso del plebiscito la tuvo el texto del acuerdo. Doscientas y tantas páginas de retórica, igual que la pedante sentencia que declaró la constitucionalidad de la ley 1806 que convocó al pueblo a ese certamen “democrático”.
La ignorancia originó la confusión que marginó al 62% de los electores que se abstuvieron de tomar partido y fue esa falta de justificación elemental la que les facilitó a los promotores del No hacer una propaganda para exaltar los ánimos y conducir al país a la confrontación que reveló el escrutinio.
Ni los del Sí ni los del No explicaron pedagógicamente el sentido del Acuerdo. Su discurso fue para excitar el hígado y no el cerebro y así lo hicieron porque se trataba de conjurar a la ignorancia y no a la conciencia. Testimonio de Vélez Uribe
La campaña se hizo para apabullar al Presidente y no para rechazar la propuesta. Su contrincante, el enfermo Chalán del Ubérrimo, ocultó que puntos del Acuerdo fueron iniciativas suyas. Las fórmulas por él acuñadas en el pasado, por ejemplo, el artículo 147 de la ley 100, por el impuesta, que establece pensión extraordinaria para los miembros de la guerrilla; o las curules para la insurgencia ofrecidas en su referendo: artículo 7 de la ley 796 de 2003. Y para completar y confirmar su esquizoide personalidad que más sorpresa que su propuesta del día siguiente de la derrota del Sí: una ley que otorgue amnistía a los 6.000 guerrilleros de las Farc. Es tal su divorcio mental que en la ley del referendo incluyó esta norma: “El servidor público que ofrezca cuotas o prebendas burocráticas a un congresista, diputado, o concejal, a cambio de la aprobación de un proyecto de acto legislativo, ley, ordenanza, o acuerdo, será sancionado por falta gravísima con pérdida de empleo”. ¿Qué dirán al respecto Yidis Medina y los miembros de su concierto para delinquir?
Ahora aparecen en el podio unos personajes que se han auto elegido voceros del pueblo que por el No emitió el sufragio. En las fotos posa el señor Ordóñez, “Savonarola del piso 18”, cogiendo cola detrás de los precandidatos presidenciales del movimiento político que lidera el Chalán. Estas imágenes demuestran que la contienda fue una competencia por el poder hacia el futuro y no una discusión acerca de las condiciones de la Paz. De ahí que se diga por algunos opinadores que este es un país de esquizofrénicos; hay que reducir el diagnóstico: de políticos enfermos que guían a un pueblo ignorante. ¡Así actuó el Führer en su momento!
Pedagogos serios no se ocuparon de explicar el Acuerdo sometido al plebiscito. Los promotores aludieron a las personas y no a las ideas, estimularon las pasiones, educación que ejercita la memoria y la sensibilidad pero no la razón y la inteligencia. Política para pueblo rebaño y no elector consciente; en estos países la democracia es un remedo.
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