Timonel de la sexta moción de censura planteada durante la democracia, el ciudadano Ramón Tamames, que cumplirá 90 años el próximo mes de noviembre, sigue exprimiendo sus inopinados minutos de gloria haciendo declaraciones en las que proclama algunas ideas que se sitúan en las antípodas del ideario de Vox, el partido que le ha propuesto como vocero de la moción.
En consideración a su edad y a las escaleras que hay que salvar para acceder a la tribuna, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, permitirá que permanezca sentado durante la exposición de su alegato. Oídas las cosas que dice también les vendrá bien a los diputados de Vox estar sentados mientras escuchan a don Ramón porque si estuvieran de pie podrían caer de espaldas. Tal es el cúmulo de ideas ajenas y aún opuestas al ideario del partido que preside Santiago Abascal que viene proclamando estos días don Ramón en las variadas entrevistas que está concediendo. La más sonada de las cuales es su concepción de España como una "nación de naciones". Un oxímoron que choca con el Art. 2 de la Constitución pues el significado de nación apareja el concepto de soberanía política y no es equivalente al de nacionalidad que, tal y como refleja nuestra Carta Magna, es un ente sin soberanía. Sobre su actuación sobrevolará el recuerdo de una carta que don Ramón envió a Artur Mas, el presidente de la Generalitat responsable de los primeros compases de las maniobras que desembocaron en el golpe del "procés", en la que parecía comprender las cuitas de los separatistas.
Menudo espectáculo nos puede deparar don Ramón. Aunque actuará como ventrílocuo de Santiago Abascal, su presencia en el Congreso anticipa perfiles de un sainete parlamentario que solo favorecerá a Pedro Sánchez dado que la aritmética parlamentaria condena la moción al fracaso. Es sabido que el PP se abstendrá y, en consecuencia, la censura sólo contará con el apoyo de los 52 diputados de Vox. Por cierto que desde el Gobierno (María Jesús Montero) critican a Núñez Feijóo emplazando al PP para que vote en contra de la moción.
Tienen mala memoria. Han olvidado que el PSOE hizo lo mismo que critican y se abstuvo en la moción de censura que presentó Pablo Iglesias contra Mariano Rajoy en junio de 2017. Sucedió en aquellos lejanos días en los que Pedro Sánchez confesaba que la sola idea de tener que pactar con Podemos le impedía conciliar el sueño. Ahora mantiene a ministros de Podemos en el Gobierno, duerme sin problemas y la censura de Tamames le trae sin cuidado.
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