Giovanni Papini cita, respecto a los nombres del diablo, una trilogía, o sea, Satanás, Lucifer y Belcebú, así que existen alternativas sobre títulos de artículos relativos a este personaje. Quienes más se ocupan del diablo son los teólogos y los poetas y al anotar carencia personal de fortaleza de conocimiento en dichos frentes, con debilidad mayor en el primero, se prefiere tratar el segundo ampliado a literatos quienes, en su mayoría, tienden a ser generosos con Satanás y les gustaría retorne a su jerarquía angelical original.
Papini comienza con Paul Valéry: Dios, o sea, Yahveh, y el diablo se limitan a nosotros, Lucifer desempeñaría funciones atribuidas a Dios. Belcebú no existe en opinión de Máximo Gorki y es un invento. Hugo Grocio señaló que Satanás tentó a Adán antes que a Eva y le ofreció alianza que éste rechazó y Dios conmutó su muerte por el exilio, tuvo piedad y Adán vivió 930 años, sepultado en el Gólgota, Cristo lo lleva al cielo y parece que Eva sobrevivió también: la misericordia divina es ilimitada. León Bloy indica que el diablo nos escucha en silencio. Lilith fue la segunda esposa de Adán, lo abandona, le da hijos y se convierte en la segunda esposa de Lucifer y fue el primer demonio mujer de la historia humana. Juan Benjamín Ehrard es considerado el apologista de Satanás. Dante trata en extenso a Belcebú en la Divina Comedia y la legendaria Circe medieval se transformó en su Beatriz. Papini agrega Calderón, De Vigny, Goethe con Mefistófeles, Giacomo Leopardi, Víctor Hugo, Ibsen, Dostoyevski, Indro Montanelli.
Se considera que hay libros inspirados por el diablo y en un tiempo se pensó en El Príncipe de Nicolás Maquiavelo (hoy no se acepta); Leviatán de Tomás Hobbes; Matrimonio del Cielo y el Infierno de William Blake; Manfredo y Vampiro de Byron; Pluma, Lápiz y Veneno de Oscar Wilde; Edgar Allan Poe y El Instinto de la Perversidad; Zarathustra de Federico Nietzche: Metamorfosis y El Proceso ambos de Franz Kafka; André Gide; Rojo y Negro de Stendhal; el Vautrin de Balzac, Baudelaire y las Flores del Mal y agregar André Gide, Isidoro Ducasse, Rimbaud, Georges Bernanos, Francois Mauriac y el marqués de Sade. Impera la siguiente directriz: “Francia es la tierra prometida del satanismo”.
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