“¿Qué hicieron Vargas y Fajardo para bajar en encuestas?”
Se supone el enfrentamiento de Iván Duque y Gustavo Petro en la segunda vuelta de la campaña presidencial. Parece que ganaría Duque y se indican las razones por las cuales no se acompañaría ninguno del par indicado de aspirantes. Petro gustó como congresista: planeaba bien sus debates y se imponía; sin embargo, dejó que desear su desempeño como Alcalde de Bogotá, tal vez predominaba, en su caso, la ideología sobre el concepto de administración eficiente. Todo candidato del Centro Democrático ha de marcharle al expresidente Uribe Vélez, no desviarse y surge la siguiente creencia: todo Presidente de la República de Colombia debe tener criterio propio ¿y lo tiene Duque frente a Uribe? El actual presidente, Juan Manuel Santos, demostró poseerlo, fue calificado de “traidor” y no se dude que su antecesor le complicó la gestión.
Y surge un criterio personal, esencial y definitivo: toda acusación debe ir acompañada, de inmediato, por las pruebas correspondientes. El mencionado expresidente encabeza la lista de quienes fracasaron en el cumplimiento de la regla y la comprobación reside en la cantidad de rectificaciones impuesta por la justicia colombiana, nadie lo supera o iguala; la justicia no parece fallar en el sentido indicado y, tal vez, sería el único. Si el presidente Santos aspira a que mejore la opinión sobre su gestión, debería confiar en el largo plazo, es decir, el juicio de la historia. Puede ser que la imagen de Uribe se torne negativa en el largo plazo pero a tasa anual infinitesimal.
Un misterio: Sergio Fajardo y Germán Vargas encabezaron encuestas y surge la pregunta: ¿qué hicieron para descender? La amenaza de volver “trizas” el acuerdo entre el Gobierno Nacional y las Farc, conducente a la paz, tiene su fuente en el uribismo y el Centro Democrático. Santos cometió un error: convocar el plebiscito de 2016. Fajardo erró al rechazar la alianza con el partido liberal por alegada corrupción y, luego, pareció aceptarla. ¿Incoherencia? ¿Y pensar que César Gaviria y Humberto De la Calle aprobarían la corrupción? Ahora bien, el liberalismo y De la Calle parecen alejados de toda posibilidad de alcanzar, como tales, la presidencia. ¿Duque versus Vargas? Se prefiere al segundo. ¿Duque versus Fajardo? La vicepresidenta del segundo lanzó acusaciones sin pruebas. Las coaliciones serán decisivas.
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