A quién imita la juventud

Los jóvenes siempre han construido a su alrededor ídolos a quienes imitan en su proceder, en el vestir, en la manera de hablar, en los gustos y en lo que estos hacen. Podríamos denominarlos como los alter ego de la juventud, sus émulos. Estos personajes ejercen una enorme influencia en los adolescentes y en el adulto joven. Podemos ver como la cultura va haciendo curso en las distintas generaciones conforme a la época y las circunstancias que se presentan en los países y en el mundo entero.

Por ejemplo, los intérpretes de la música ejercen mucha influencia en los jóvenes, recordemos a Elvis Presley en los años 50 y 60, luego a finales de los sesentas y los setentas, fueron los Beatles, para los 80 John Travolta, para los 90 Michel Jackson, en los dos mil Robin Williams y desde luego en la actualidad Bad Bunny.

Estos son solo algunos de ellos, lo mismo pasa en el deporte, en la política y también en la delincuencia. En Colombia, por la década de los 80, algunos jovenes imitaban a Pablo Escobar, querían ser como él, los deslumbraban su riqueza, su poder, sus gustos, sus mujeres y la ostentación mafiosa. Hoy tanto en colombia como en el mundo entero muy pocos jovenes quisieran parecerse a este hombre, ellos quieren ser ahora como otros jovenes que representen la imagen positiva de un país, de esta manera ha venido cambiando el concepto y la influencia en la juventud.

Por eso la responsabilidad de la actual generación es muy grande frente a la juventud, pues ellos receptan la comunicación proveniente de sus ídolos y la retransmiten con fuerza. Un país que sepa percibir de manera adecuada el sentimiento de sus jóvenes va adquiriendo solidez en su gente, va produciendo cambios en los patrones sociales y va formando una nueva cultura. Cuando en los años 80 y 90 la cultura del narcotráfico abordó a Latinoamérica y Colombia se colocó como epicentro, la perdida de los valores se derrumbó.

En la actualidad se está dando vuelta a la página y nuestros paises, principalmente Colombia está recuperando parte de los valores perdidos, pues las imágenes de aquellos ídolos del narcotráfico encadenados y humillados que se están enviando a los Estados Unidos y de otros perseguidos, no es para nada atractiva a la juventud, por plata que aún posean. Esta cultura ya no influye, todo lo contrario, la rechazan, tanto es así que los mismos narcotraficantes confesos y extraditados sienten una la necesidad de limpiar a sus propias descendencias, por eso con valor y gallardía algunos narcos han aceptado terminar sus días en cárceles norteamericanas y salvar por lo menos a la tercera generación que venga después de ellos y eso está bien.

Hoy necesitamos una juventud sana, idealista, práctica y responsable de su propio futuro y del de las generaciones futuras, pero es tarea de nosotros, la actual generación, influir positivamente en ellos y mostrarles todo lo que tienen por delante y en esto, los padres de familia, las redes sociales y los medios de comunicación jugamos un importante papel.

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