Con mucha fuerza, oportunidad y eficacia, el director de La República, Fernando Quijano Velasco, mantiene al rojo vivo, un apasionante debate sobre la Inteligencia Artificial (IA). A esta ilustrativa y enriquecedora controversia ha vinculado la academia, empresarios, investigadores y sobre todo, catedráticos y analistas, algunos obsesionados con este tema. Además de poner al servicio de este innovador asunto, ese diario está patrocinando la publicación de libros altamente especializados, como la obra titulada “Bienestar digital”, de Pilar Ibáñez, quien dedica 25 de las 24 horas del día, a la compleja problemática relacionada con la IA.
En el club El Nogal, en uno de sus salones más amplios, con un lleno total, Quijano hizo una densa presentación del libro y de su autora Pilar Ibáñez. Las 280 páginas del volumen se leen con fruición y provecho por la amenidad de la prosa, y la cadena de sorpresas que implica este trabajo para expertos y diletantes.
El análisis de la Inteligencia Artificial, como cualquier disciplina seria, exige un desarrollo mental, atención, crítica, observación, percepción, entendimiento, capacidad de asimilar.
Aunque se repite que el cerebro humano almacena más de 10.000 millones de neuronas, y que los más sabios del mundo apenas han utilizado un 5% de los conocimientos potenciales, nos llena de asombro tantos y tantos hallazgos que diariamente se producen. A Pilar Ibáñez le pedí un comentario sobre lo siguiente. Por encima de la inteligencia está la sabiduría. Y la inteligencia artificial solo se ocupa del material informativo que le suministró el ser humano. Entonces, ¿de dónde sale la hipótesis de muchos de que la Inteligencia Artificial puede superar al hombre. Es decir, la máquina por encima del hombre?
Me explicó esta investigadora que la internet suministra a la Inteligencia Artificial millones de conocimientos y al elaborarlos surgen ideas nuevas y poderosas.
La abogada María Paula Cárdenas Gómez agregó el siguiente concepto. “Cuando se habla de Inteligencia Artificial hay que concretar y precisar a qué tipo de conocimientos nos referimos. Pues en el campo de la lógica y de la coherencia, la Inteligencia Artificial, en algunos terrenos, puede elaborar ideas fantásticas por el bombardeo que le llega a través de la informática”.
Héctor Francisco Torres, columnista de “La República” afirma: “…. Ramón Lullí en el siglo XIV inventó un famoso aparato, Ars Magna, para derribar mitos y defender dogmas. El aparato constaba de piñones, palanquitas y manivelas… más adelante todo se superó…” En la última guerra mundial “Alan Turing inventó otro aparato prodigioso para descifrar complejos códigos nazis… IBM construyó un computador moderno que ha sacudido al universo – mundo, jamás superará la sabiduría humana. Con profundidad se le sacará todo el provecho imaginable, pero el ser humano estará por encima de la máquina”.
El hombre, criatura de Dios, al fin de los fines, saldrá triunfante. Es posible que perdamos batallas, pero la guerra de la gran ciencia la ganará la persona humana.
Concluyamos subrayando, lo que representa para la Inteligencia Artificial, la interneten materia de suministro de información y conocimientos. Todas las bibliotecas del orbe Harvard, Oxford, Londres.
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