"A la buena influencia del cristianismo le debemos ese grado de libertad y felicidad política y social, la cual el ser humano disfruta”.
Jedidiah Morse, padre de la geografía en América.
Viendo a Stephen McDowell hablar de Patricio de Irlanda, en mis clases en la Escuela Bíblica de Gobierno de la Universidad de las Naciones de Juventud con una Misión (JUCUM, una agencia misionera mundial), me impacta el resultado que la enseñanza puede tener en una nación y en un continente.
De acuerdo con Mc Dowell, Patricio de Irlanda nace en Inglaterra en el seno de una familia cristiana. A los diez y seis años es secuestrado por piratas y llevado a Irlanda como esclavo encargado de cuidar animales. Estando allí, recuerda las enseñanzas cristianas de sus padres y se convierte de corazón al cristianismo y empieza una búsqueda ferviente de Dios por medio de la oración.
En esa búsqueda de oración y a los seis años de haber sido capturado, recibe un sueño en el que, Dios de manera sobrenatural, le da instrucciones de escapar y tomar un barco de vuelta a su hogar en Inglaterra. Patricio, obedece con fe el sueño y ocurre tal como se le indico y llegó de vuelta con su familia.
Estando en Inglaterra, Dios le da la visión de llevar el evangelio del Señor Jesucristo a los irlandeses, que para este tiempo (entre los siglos IV y V) estaban gobernados por los druidas, sacerdotes celtas.
Patricio, denominado el Apóstol de Irlanda, en veintiséis años de ministerio genera un cambio profundo en Irlanda y una gran influencia en el mundo de su tiempo. Funda 700 iglesias, prepara 3000 servidores, que llevaron el mensaje cristiano por toda Europa.
De acuerdo con McDowell, al trabajo de Patricio se le debe la subsistencia de la civilización occidental, ya que los discípulos que formó contrarrestaran el avanzar de vándalos en Europa, de no haberlo hecho otra sería la historia.
Hoy en día en Colombia y en el mundo necesitamos más hombres como Patricio, valientes y llenos de fe para desafiar la cultura y discipular este mundo y sus naciones.
Colombia necesita más Patricios, que reformen la sociedad y que enseñen la verdad de Dios a nuestra nación, la cual es la única esperanza sólida que podemos tener.
La izquierda ni la derecha son las respuestas para el país. La respuesta está en la Biblia, el libro de Dios, allí están los principios para construir personas y naciones prósperas y no es solo mi idea, ya la historia ha mostrado como Dios y su verdad pueden generar progreso y felicidad.
@feliperangel81
*Politólogo Universidad del Rosario.
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