LA OTRA CARA
Detrás de la paz

A pocos días de decidir el Sí o el No, sobre el Acuerdo Final y en medio de opiniones con verdades, rumores y mentiras, más allá del resultado, hay otras expectativas en espera de medidas prioritarias para desarrollo económico y social.

El país no puede estacionarse solo alrededor de paz y posconflicto, sin duda paso decisivo para un impulso integral de todas las regiones. Sus efectos se verán con proyección, del año entrante en adelante.

En turno esperan reforma tributaria, eficiencia en salud, recuperación de riqueza forestal, destruida por minería ilegal; culminación de obras para navegabilidad en el río Magdalena y rehabilitación del sistema férreo, enterrado por mafias del transporte automotor, en décadas pasadas. Son puntos, que también significan paz.

La tributaria, anticipó dolor de cabeza en el ciudadano que aguarda pesada carga de impuestos, tras esgrimir el Gobierno, necesidades inaplazables para cubrir obligaciones.

La comisión de estudio para recomendaciones, subió la temperatura. Advirtió que se requerirán gravámenes más altos, de conformidad con exigencias estatales.

El ciudadano recibió el mensaje con preocupación y, no muy lejos del pánico en medio de la desaceleración económica. Lo único que sabe, es que tendrá que pagar.

Estas luces también están prendidas en empresas nacionales y, en extranjeras establecidas en el país. Los consumidores, ajustan más el cinturón de gastos, con ojos abiertos a lo que se viene.

La meta indicada por expertos es recuperar recursos por evasión, dineros envolatados en fundaciones, muchas engañosas e inoperantes y, lograr el pago de morosos, con plazos concertados para que cubran deuda.

A poca distancia, está la salud, con régimen contributivo y atención pública. El hueco en Saludcoop, por el asalto a esa EPS y la dificultad para financiar Cafésalud, la entidad remplazante, aumentan la alarma. Válido hacer borrón y cuenta, con nueva empresa.

La ciudadanía termina año esperando reformas tanto en el sistema contributivo, como en atención pública. La deuda con clínicas particulares crece a velocidades.  

No queda fuera el debate sobre aspersión de cultivos de hoja de coca, pese a haber sido descartada por el Gobierno. La decisión para definir el sistema, no tiene más esperas. Deberían hacer la erradicación desmovilizados de las Farc.      

A propósito, el Gobierno no puede confiar en recuperar en corto tiempo dineros de las Farc. La investigación es dispendiosa. Quizá puede lograrlo más adelante.

Así detrás de la paz, el país no puede encapsularse en posconflicto. Hay que prender motores, con ejecuciones productivas para todos.   

juanalcas@yahoo.com