A TRAVÉS DEL TEODOLITO
“Se hicieron la venia, se dieron la mano”

La posibilidad del Premio Nobel de la paz a Santos era esperado como una  manifestación de respaldo a la firma de la paz que con tanto bombo se celebró el pasado 26 de septiembre. Sin embargo, el resultado del plebiscito que pretendía ser un acto de blindaje popular a las negociaciones de La Habana, resultó contrario a todo lo que se esperaba. Los ciudadanos que asistieron a la cita por una pequeña minoría dijeron que no estaban de acuerdo con lo pactado, alejó la posibilidad de que esto sucediera. Quienes dimos nuestro voto afirmativo nos hicimos a la idea de que esta distinción en la cual habíamos pensado, se había alejado por completo; esa era a nuestro parecer una de las consecuencias de la manifestación de la mayoría de nuestros compatriotas que dijeron que no querían que el arreglo que después de cuatro años de discusiones con las Farc se volviera realidad.

Sin embargo, quienes tienen que decidir sobre este tema en Estocolmo,  no estuvieron de acuerdo con quienes así pensábamos y le otorgaron el Premio Nobel de Paz,  haciendo caso omiso de lo que dijo el país a través del plebiscito; le otorgó tan señalada distinción internacional por su dedicación a la consecución de la paz por más enemigos de ella que se le atravesaron en el camino; unos por ser enemigos de la paz y otros quienes so pretexto de no estar de acuerdo con lo convenido en La Habana le hicieron una oposición  que rayó en la ferocidad.  Allá, los que otorgan estas distinciones, observaron el fenómeno con otros ojos, con otra óptica, cuál era la de reconocer la obstinación de Santos en obtener la paz con dedicación esfuerzos y sacrificios que todos queremos.

La opinión pública desde el  2 de octubre a las seis de la tarde, cuando se supieron los resultados de la votación del plebiscito, no tuvo un tema diferente del cual ocuparse. Con gran expectativa e ilusión se oyeron las alocuciones tanto de Santos como de Uribe quien es considerado el gran triunfador; el primero reconociendo el resultado y el otro en tono triunfante y palabras reconocidas como tolerantes, sensatas y  conscientes, ofreció la cooperación de sus movimientos políticos en aras de llegar a otro acuerdo con las Farc.

Uribe y Santos “…Se hicieron la venia, se dieron la mano…” como en la fábula de Rafael Pombo, fue de lo que fuimos testigos  Pero llegó el Premio Nobel para Santos y aquí no se acabó la función, sino que se realiza en otro escenario, que se ha visto enrarecido además, por las declaraciones del Gerente de la campaña del No en la cual fuera de expresar una serie de inexactitudes, digamos mentiras, dijo haber hecho uso de procedimientos poco nobles en este tipo de confrontaciones políticas. Esperamos que estas amabilidades no hagan que la amable reunión termine como la fábula de Pombo, “…y así concluyeron, uno, dos y tres,…los gatos comieron y el Pato cenó ¡y mamá Ranita solita quedó….!