La bancada de congresistas y el Directorio Nacional Conservador optaron por declararse independientes frente al Gobierno Petro. Este nuevo escenario de la política, concretado en el ajuste ministerial, exige liderazgos sustentados en la tradición democrática de Colombia.
Estremecedoras las imágenes de la manifestación de los reservistas de las fuerzas militares y de policía en contra del gobierno Petro.
El pueblo chileno dio muestra de su inteligencia política. En más de un año derrotó significativamente las delirantes pretensiones de la izquierda continental en la deconstrucción institucional que se quiso llevar a cabo con la elección de Boric a la presidencia y la aprobación de una nueva constitución que recogiera los desvaríos de una supuesta nueva sociedad. Resulta hoy ejemplo para las demás naciones que empezamos a sufrir los efectos del engañoso cambio que se nos ofrece.
Las pruebas Saber Pro han sido objeto de controversia, en distintos momentos, durante los últimos años. Mientras muchos argumentan y apoyan la idea de que son una herramienta valiosa para medir el desempeño de los estudiantes que están a punto de culminar su carrera universitaria y la calidad de la educación superior en Colombia, otros piensan que solo se enfocan en la memorización de conocimientos.
Colombia, y casi todos los países del nuevo mundo, practicamos en el gobierno un modelo capitalista, siguiendo el ejemplo europeo, pero respetando una norma de rango constitucional, según la cual, en caso de conflicto entre un interés privado y uno público, prevalece el bien común.
En este sistema político rigen importantes principios.
En 2022, una riqueza descomunal huyó despavorida de las cinco economías más grandes de América Latina: Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia. Fue la bicoca de 137.000 millones de dólares escapando de las garras del comunismo ramplón que se ha instalado en estos y otros países de la región, para secarlos y empobrecerlos. Son más de 600 billones de pesos que equivalen a unas 30 reformas tributarias como la que nos clavó Petro en diciembre.
Esta nota se lee en unos tres o cuatro minutos. Si en ese tiempo, alguien dejara abierto el grifo del lavamanos, se habrán ido por el sifón entre tres y cuatro litros de agua. Leer es vital, pero no tanto. El agua es vital, pero sí mucho. Nada nuevo. Y cuando escasee, ya nos pelearemos. Por ahí dijo un gurú que la Inteligencia Artificial (I.A.) terminará con la especie humana dentro de pocos años, hummm… A la I.A. por más lista que parezca, le falta malicia, nunca tendrá los artificios propios del homo sapiens.
Dos personajes colombianos, el uno paisa, el otro caleño, ambos titanes emprendedores por naturaleza, millonarios, brillantes, austeros, “verracos” en todo el sentido de la palabra, tienen que ser dignos de permanente recordación y ejemplo para las futuras generaciones.
Me prepararon para ser, sobre todo, buen ser humano y ser feliz haciendo lo que me gusta. Siguiendo esa línea y a manera de ilustración, hace veinte años que salí de la escuela de derecho de la Sergio Arboleda y aunque tenía eso muy claro, no me bastó con ser únicamente abogado. Es más, me preocupé (y aún me preocupa mucho) depender de una sola actividad o circunstancia en la vida.
Mientras el presidente Petro y el fiscal Barbosa, enfrentaban una efervescente y ególatra polémica en busca de sus jefes, para establecer quién manda a quién, millares de niños de apartadas y cercanas regiones, a quienes robaron su internet, deben abandonar las aulas escolares para escapar a la opresión de una hirsuta guerrilla que los secuestra, asesina y les arrebata el candor y la inocencia.